No tenía pulso, ni latidos, ni actividad cerebral tras 12 hrs bajo la nieve, regresa a la vida

18.02.2019 11:31

Justin Smith, de 26 años, de Hazleton, Pensilvania, no había dado señales de vida durante 12 horas y su padre estaba realmente preocupado, tras una búsqueda imparable, la escena que miró frente a él, fue la más terrible de toda su vida.

¨Observé que de un montón de nieve sobresalían unos dedos, era Justin, estaba ahí bajo toda esa nieve, totalmente azul y sin vida, busqué su pulso o un latido en su corazón pero no había nada¨.

Toda la noche Justin había estado bajo la nieve, el termómetro marcaba -5°.

¨Traté de despertar a mi hijo pero no pude. ¡No puedes dejarme, no puedes!¨, le repitió su padre una y otra vez.

La esperanza parecía esfumarse, el joven estaba siendo atendido como si estuviera muerto. La policía y un forense se presentaron rápidamente luego de que los paramédicos dijeran que no había signos vitales, comenzaron a hacer una investigación de su muerte.

La temperatura de Justin no podía ser registrada ni siquiera con un termómetro digital. Rápidamente fue trasladado en helicóptero al hospital Lehigh Valley para que declararan su muerto, pero Geral Coleman, médico de turno, decidió agotar todos los recursos esperando un milagro. Hicieron lo posible por reanimarlo y luego de 2 horas de aplicarle una RCP no tuvieron éxito alguno, sin embargo, el médico se negaba a darse por vencido.

Convenció a otros médicos de que Justin aún tenía posibilidad de ser salvado y los persuadió para que se le practicara una arriesgada operación que estaba lejos de ser un éxito, además le realizó una prueba de potasio, misma que es vital para verificar la comunicación entre los nervios y los músculos.

El padre besó a Justin en la frente y le repitió una y otra vez lo mucho que lo amaba.

Cuando miraron que los resultados eran normales se quedaron en shock, aun había esperanzas así que rápidamente recurrieron a una técnica llamada oxigenación por membrana extracopórea (ECMO), esto para dar reanimación cardíaca. Ésta técnica consiste en bombear calor y pasar sangre caliente y oxigenada a través del corazón y todo el cuerpo.

¡Fueron testigos de un milagro!

Con el paso de las horas el cuerpo de Justin comenzó a calentarse y su corazón a latir nuevamente, sin embargo, tuvieron que pasar algunas semanas para que despertada, así que usaron la máquina repetidas veces.

Por fortuna y para sorpresa de todos los médicos, no hubo daño cerebral alguno y luego de un tiempo Justin abrió los ojos.

Pensaron que como estuvo dos años en coma podría haber sufrido muerte cerebral pero no fue así y ahora Justin es un joven totalmente sano. Aunque perdió los dedos de sus pies y los pequeños de sus manos debido a la congelación, él dice: ¨Soy un milagro viviente¨.

Esta historia demuestra que siempre valdrá la pena intentar salvar una vida, aún cuando el pronóstico diga que todo está perdido.

¨Aprendimos que no hay temperatura tan baja contra la que no debas dejar de luchar¨, dijo el médico que ahora es elogiado como un héroe.

La razón por la que el médico no se dio por vencido es debido a que perdió a su hijo de 9 años y para él significó un estímulo más fuerte: ¨Si no pude conservar al mío, no podía privar al padre de Smith de hacerlo¨.

Justin ha sido reconocido como la persona más congelada de la historia que ha podido volver a la vida, toda la comunidad médica se refiere a él como un milagro.

Sin duda la incansable lucha de los médicos por regresar a Justin a la vida merece reconocimiento, ¿no crees?

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