El sueño de Badiaa Zahri era realizarse una rinoplastia que mejorara su aspecto físico y le diera más confianza en su trabajo, debido a que se dedicaba a una labor relacionada con el público.
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La mujer, de 44 años, se sometió a una intervención quirúrgica cuyo costo fue de 5.000 euros, sin embargo, la verdadera pesadilla para ella empezó cuando le fue retirado el yeso de la nariz, una semana después de haber sido operada.
La mujer, nacida en España de origen marroquí, se percató de que algo había quedado mal tan pronto se vio al espejo: su nariz había sido deformada y, por un error médico, le amputaron parte de la misma. Según reseñan medios locales, en medio de la rinoplastia cerrada le hicieron una retroacción de tejidos que al final se secaron y le deformaron la zona a Badiaa.
La intervención dejó a la mujer con cicatrices y perforaciones por toda la nariz, además no podía respirar por su fosa nasal derecha. Por el caso, la mujer decidió demandar al especialista que la atendió, quien no tiene su título de cirujano (que recibió en Cuba) validado en territorio español.
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“Los peritos declararon, sin ninguna duda, que se produjo por la mala técnica quirúrgica”, confirmó el abogado de la víctima. El médico y la compañía aseguradora deberán pagarle una indemnización de más de 100.000 euros a la mujer.
“Atendiendo a los informes periciales y en consonancia con las fotografías aportadas sobre el estado de la paciente antes y después de someterse a la intervención, efectivamente la técnica quirúrgica empleada era la indicada, pero fue mal ejecutada, resecando más tejidos de los necesarios”, señala parte de la sentencia que falló a favor de la mujer. De acuerdo al magistrado que atendió el caso, la cirugía fue “prácticamente una amputación nasal”.
Así lucía antes de la intervención ↓