Bien dicen que gastar dinero puede ser bastante problemático o liberador, depende desde la posición en la que te encuentres; sin embargo, al final del día lo que más importa es cómo lo tu utilizas y para qué. De hecho, muchas asociaciones u organizaciones funcionan gracias a los donativos de personas que buscan una manera de ayudar.
Sandy es una ciudadana ejemplar, pues es una mujer de la tercera edad que transformó su vida al renunciar a muchas cosas y en lugar de querer cosas superficiales, decidió dedicarle su tiempo y dinero a cuidar a los perros en situación de calle.
Con apenas 21 años, Sandy comenzó el proyecto que cambiaría tanto su visión del mundo, pues el proyecto Santuario de Animales Magic Mountain en Grecia. Su historia tiene mucho que ver con la ausencia de su hermano, quien se quitó la vida tras vivir en depresión.
Su padre fue un oficial del Ejército Británico y en su familia había varias empresas de giros comerciales, dejando a los hijos en internados. Sandy llegó a sentirse como su hermano pero en lugar de caer en un pozo sin fondo decidió tomar una importante decisión y viajar a Grecia usando gran parte del dinero de su familia.
«La razón por la que vine a Grecia fue porque era una forma de acabar con un sistema de clases en el que realmente no quería encajar. Había ciertas personas con las que podía salir, pero no con otras».
Durante el viaje se dio cuenta de varias cosas pero lo más importante es que ella quería brindar el cuidado y protección a los animales que estaban en la calle, así que todo el dinero que tenía y ahorraba lo usó para la construcción de un refugio.
«Es la vieja historia, el dinero te permite hacer cosas, pero la felicidad viene de ayudar a estos animales. Ahora tengo que pensar en otras formas de recaudar mi dinero para mantenerlos, pero no me arrepiento de lo que hice».
A pesar de los problemas que conlleva, Sandy lleva años sirviendo a la comunidad de la mejor manera posible, y es casi seguro que miles de perritos están agradecidos con ella por ayudarlos, quererlos y tratar de conseguirles un hogar.