Advertencia: este artículo contiene imágenes que podrían herir la sensibilidad de algunos lectores.
Jennifer Funk Hiles se ha pasado toda la vida deseando ser una persona normal. Esta chica de Dakota del Sur no quería nada más que poder caminar por las calles sin tener que enfrentarse a miradas curiosas ni a reacciones extrañas. La vida no ha sido fácil para Jennifer, ya que nació con una malformación arteriovenosa (MAV): una deformación en los vasos sanguíneos que provoca un nódulo vascular que se desarrolla debajo de la piel.
Cuando Jennifer creció, su deformidad facial empeoró: la mancha rosa de nacimiento empezó a extenderse sobre toda la cara. Sus compañeros de escuela la hostigaban con frecuencia y su primer novio solo hablaba con ella cuando no había nadie alrededor. Si los otros los miraban, él se daba la vuelta y fingía no conocerla.
Un día, Jennifer conoció a un hombre que se ganó su amor. A Dustin Vanoverschelde no le importaba la opinión de los otros; lo que a él le gustaba era la belleza que Jennifer irradiaba desde su interior. Desde entonces, se volvieron inseparables y ahora son los orgullosos padres de dos niñas saludables.
A pesar de que Jennifer tuvo una vida familiar muy feliz, su enfermedad era preocupante. La MAV es una peligrosa alteración que puede provocar hemorragias internas mortales, así como insuficiencia cardíaca. El nódulo debajo de la piel de Jennifer no solo afectaba su apariencia, además corría el peligro de que cualquier lesión, por leve que fuera, le rompiera el nódulo y, por lo tanto, le provocara una grave hemorragia interna. Constantemente, Jennifer temía dejar a sus dos hijas sin madre. Sabía que necesitaba ayuda, pero no podía pagar los costes de la operación, así que creó una página web para pedir donaciones. Jennifer se sorprendió muchísimo con la respuesta de la gente: ¡en tan solo cuatro días recibió más de 17.000$ de casi 400 donadores! Las preparaciones para la cirugía se pusieron en marcha.
La operación incluía la extracción del nódulo vascular del rostro de Jennifer y requería de algunas medidas extremas. Primero amputaron la nariz de Jennifer y luego usaron un poco de tejido de sus costillas para hacerle una prótesis de nariz. Para asegurarse de tener la cantidad necesaria de tejido para modelar la nariz, le implantaron una especie de globos debajo de la cara y los llenaron gradualmente de agua salada. Con este método extendieron la piel poco a poco hasta que tuvieron suficiente tejido para la operación.
Jennifer mostró unas ganas tremendas de salir adelante, así como una gran flexibilidad durante todo este proceso; su sentido del humor alegró los corazones de sus seguidores. Incluso iluminó uno de los globos que le implantaron con un rayo láser, de manera que parecía que tenía una burbuja gigante en la frente.
La complicada cirugía dio inicio, y después de una larga intervención, los médicos de Jennifer declararon que en principio la operación había sido un éxito. Pero el proceso de recuperación no fue tan fácil como los médicos lo esperaban, y la piel de Jennifer empezó a morir. Aun con la amenaza de la aparición de un nuevo nódulo, los médicos llevaron a cabo algunas cirugías posteriores. Al final, lograron eliminar todo el tejido dañado para que Jennifer pudiera tener una cara completamente nueva.
Por supuesto, Jennifer y su familia están muy aliviados. Recorrieron un largo camino, pero Jennifer nunca dio un paso atrás y ahora quiere vivir la vida sin miedos.
Puedes ver toda la historia de sus cirugías y de su valiente recuperación en este vídeo (en inglés):
Es asombroso ver cómo el sueño de su vida se hizo realidad, sobre todo si tenemos en cuenta todo por lo que tuvo que pasar. Ella y Dustin siguen casados, y sus dos hijas están felices porque ya no tienen miedo de perder a su mamá. Gracias a la tecnología médica moderna y a unas inmensas ganas de seguir viviendo, ahora esta familia tiene un futuro brillante.