Caitlin Fladager es una madre de 23 años, originaria de Canadá. Pero a diferencia de muchas otras jóvenes madres, ella indica que consumir marihuana la ayuda a despertar cada mañana descansada y con la mente mucho más clara, incluso nota que su salud mental está mucho mejor, ya que tiene varios años luchando contra la ansiedad y la depresión, declaró a Unilad.
Caitlin compartió un mensaje a través de las redes sociales y compara su hábito con el de aquellas madres que simplemente se relajan tomando una copa de vino cada noche.
Te recomendamos: Una buena relación con tu cuerpo se puede alcanzar con estos tips
“Sí, tengo dos hijos. Sí, fumo marihuana a diario. Es muy divertido para mí lo mal visto que está la marihuana. Nadie mira dos veces cuando una madre dice que le gusta el «jugo de mamá», también conocido como vino, después de que sus hijos están en la cama. Pero cuando una madre dice que fuma hierba, es un gran shock”, compartió.
De acuerdo con la mujer, “la marihuana me ha ayudado mucho, especialmente cuando se trata de ser madre”, luego continua, “nunca he sido el más paciente con mis dos hijos. La hierba me hace una mejor madre, ya que tengo una buena noche de sueño después de fumar. Me despierto bien descansado y con la mente más clara”.
Caitlin comentó a UNILAD que ha tenido comentarios positivos de otras madres quienes también se han sentido juzgadas por consumir hierba.
“La reacción ha sido asombrosa, por lo que he visto. He tenido tantos padres, no solo madres, sino también padres, que me contactan para agradecerme. Agradeciéndome por hacerlos sentir menos solos, menos culpables. Hay mucha culpa a su alrededor, y creo que es horrible. Eso es algo que estoy tratando de cambiar”.
No es la primera vez que Caitlin aborda temas difíciles, a través de sus redes sociales comparte su lucha por mantener su salud mental, la dependencia que vivió por el alcohol y el lado más difícil de ser madre.
Como lo referencia el sitio web del Servicio Nacional de Salud, al consumir marihuana algunas personas se sienten “relajas y felices”, mientras que otras experimentan confusión, ansiedad y hasta paranoia, en resumen los efectos varían de acuerdo a cada persona.