El amor trasciende etnias, religiones y nacionalidades
Ohioan Treka Enngleman se volvió una orgullosa madre a los 21 años, cuando decidió adoptar a sus tres hijos llenándolos de amor. A pesar de lo que la gente pregunta siempre en la calle, esta profesora de matemáticas no deja que nada le afecte para darle amor a sus pequeños.
“Un poco de historia sobre mí: soy la más joven de 11 niños. Mi madre falleció cuando yo tenía 6 años. Realmente nunca tuve a nadie que me mostrara cómo ser madre, pero supongo que fue algo natural para mí”, comenta Ohioan.
La marca que dejó la madre en ella fue tan importante que supo de inmediato que cuando creciera haría algo por alguien que haya perdido a sus padres. Por esto solicitó la adopción desde sus 21 años. En la solicitud, Ohioan no puso restricción en cuanto a raza, sexo o grupo, ella simplemente quería dar amor a alguien que lo necesitara.
«¿Sabes lo que estaba pensando? Amo a estos niños y no lo haría de otra manera. Necesitaban un hogar y yo tenía más que suficiente para darles. Inmediatamente hicieron mi familia. Mi familia no ve el color, solo niños que necesitaban a alguien».
Sí, he tenido una buena cantidad de miradas mientras estamos en público, pero seguimos caminando sin molestarnos. La gente me ha preguntado: «Oh, ¿estás cuidando niños?» Y mi respuesta es no, son mis hijos. No se hicieron preguntas. Nunca digo «hijos adoptivos», sino mis hijos. Porque eso es lo que son y siempre serán”.
Adoptó a un niño de 5 días de nacido llamado Elijah y a dos hermanas de nombre Mercedes y Alexis, quienes ahora disfrutan del amor que Ohioan les da.
«Cuando los niños descubrieron que podían ser adoptados, les pregunté si estaba bien si los adoptaba. Nadie tuvo que pensar en sus respuestas; fue un inmediato SÍ».
“Hablamos con la trabajadora social sobre la adopción y ella nunca tuvo la menor duda de que estaríamos juntos para siempre. Ella seguía preguntando: «¿Dónde te han estado escondiendo?». Todos estábamos muy emocionados de que este proceso comenzara”.
Ahora Ohioan llena de amor a un hogar sin importar el qué duran las personas. Comparte el gran corazón de esta maestra. Ella ilumina el mundo con su amor.