En España hay un evidente desequilibrio económico, provocado por una elevada deuda pública y privada, un débil crecimiento de la productividad y la elevada tasa de desempleo. Estos déficits hacen que el sistema de pensiones sea insostenible. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Europea, que este miércoles evalúa a los estados miembros en el llamado «paquete de otoño», una serie de pautas en materia económica y social.
En el caso de España, el análisis que hace el ejecutivo europeo no es nada alentador. Bruselas pone en entredicho el sistema de pensiones y suspende las medidas tomadas para fortalecer el marco fiscal. No obstante, no es el único país que ha quedado retratado en los informes: «En Italia, Bélgica, España y Francia, los índices de endeudamiento no han disminuido, a pesar de las favorables condiciones económicas y financieras de los últimos años».
Aunque la Comisión Europea destaca el esfuerzo de los países miembros por recuperar los índices macroeconómicos previos a la crisis, señala que la reducción de su deuda es «desigual».
Las pensiones no son viables a largo plazo
Hace dos años, la misma Comisión advirtió al gobierno de Mariano Rajoy sobre la inviabilidad de las pensiones, vinculadas a la inflación económica. Ahora advierte que se necesita una reforma del sistema para garantizar su viabilidad a largo plazo, sobre todo considerando que la población está envejeciendo y que el país sigue arrastrando una importante deuda pública.
Por último, la Comisión reconoce algunos progresos en España, como el empeño por mejorar los servicios sociales y el desempleo o los avances realizados en materia de eficiencia energética.