La DGT impedirá a las personas con algunas dolencias o patologías sacarse de nuevo el carnet de conducir
La Dirección General de Tráfico (DGT), en su afán por reducir el número de percances en la carretera, pone el foco sobre los usuarios. Repara sobre todo en una serie de enfermedades que impedirán la renovación del permiso de conducir. Y es que se entiende que ponerse al volante con alguna patología concreta puede suponer un peligro para el resto de vehículos.
De hecho, para obtener el permiso es imprescindible disfrutar de un estado de salud óptimo. De ahí que sea obligatorio efectuar un reconocimiento médico que certifique la idoneidad del conductor. Dichas pruebas se hacen en un centro homologado antes de que caduque el citado permiso.
La DGT aclara que este control confirma si el usuario se encuentra en las condiciones físicas y psíquicas correctas. El médico encargado de realizar este análisis debe conocer también el historial médico del paciente.
En función de esto se determinará, además, el número de años por los que se le prorroga el permiso. Explican que hay una serie de patologías que afectan a los conductores y que pueden ser un impedimento para salir a la carretera.
Las dolencias que impiden la renovación del carné de coche
La DGT ha elaborado una lista con las dolencias que son incompatibles con la conducción. En principio, los afectados no podrían ni sacarse ni renovar el carné, salvo que dispongan de un informe médico que avale su aptitud para conducir.
Las diez categorías de enfermedades contempladas por Tráfico son bastantes comunes. Hacen referencia a patologías vasculares, psiquiátricas, cardiacas, endocrinas, neurológicas, respiratorias, digestivas, oncológicas, crónicas y degenerativas.
Está comprobado a través de investigaciones científicas que aquellos usuarios que sufren alguna de estas dolencias tienen "mayor riesgo de sufrir un accidente". Ponen especial atención, sobre todo, a las "enfermedades mentales y la demencia".
Explican en la revista de la DGT que las personas con signos de estas patologías tienen muchas más probabilidades de verse implicado en un accidente. En concreto es de 2,5 a 8 veces mayor respecto a una persona en plenitud de condiciones.
Advierten que el diagnóstico de una dolencia no implica la incapacidad de la persona para volver a conducir. Todo quedará a expensas de "la evolución y de la condición física del paciente". Al igual que sucede con el resto de usuarios, tendrán que pasar un reconocimiento periódico, aunque en su caso será con más frecuencia.
Otras patologías en las que repara la DGT
La DGT también se pronuncia sobre otras dolencias que afectan a la conducción. Entre ellas, la apnea del sueño y la disnea permanente en reposo o esfuerzo leve. Indican que con esta última no se facilitará la renovación del permiso.