Ismail Mohamed Abdulwahab era un niño de 13 años de edad que vivía en Londres, Inglaterra y a quien ahora sus familiares despidieron de la manera más triste.
Cuando Ismail comenzó a presentar tos y fiebre muy alta, síntomas relacionados a la enfermedad del coronavirus, fue llevado al Hospital King’s College, donde se le realizó una prueba que confirmó su contagio de COVID-19.
Lamentablemente, dos días después de haber sido ingresado para tratamiento, Ismail perdió la vida.
Si bien los especialistas en salud habían asegurado que las personas jóvenes corren menor riesgo de contagio que los adultos mayores, y que en caso de contraerlo sus efectos no son fuertes, los datos de personas jóvenes infectadas y en riesgo de morir aumentan día a día.
Ismail y su familia practicaban el Islam, por lo que su ritual para el último adiós consistía en ser trasladado a una mezquita donde sus familiares orarían por él. Sin embargo, ante la contingencia, a los familiares de Ismail les fue imposible realizar este rito funerario.
Por el contrario, Ismail fue llevado de la morgue a un cementerio donde solo algunos de sus familiares pudieron acompañarlo a dos metros de distancia y con el equipo de seguridad necesario para evitar ser contagiados.
Lamentablemente, su madre y hermanos no pudieron acudir al entierro, pues al haber convivido con Ismail fueron obligados a permanecer en cuarentena. Ellos tuvieron que darle el último adiós a este pequeño viendo el entierro por Internet.