Frances Bean Cobain es la hija del icono del grunge Kurt Cobain y la cantante Courtney Love. Pero Frances, de 25 años, tiene una deuda por saldar con sus padres.
Millones de personas adoran a Kurt, la voz de Nirvana, que dejó nuestro mundo a la temprana edad de 27 años. Su hija probablemente siempre vivirá en su sombra. Pero, al contrario que sus fans, Frances no siente solo admiración por Kurt. Desde el comienzo de su vida, Frances ha tenido que lidiar con tener dos padres adictos a las drogas.
Frances tenía solo dos años cuando le quitaron la custodia a sus padres, por miedo a que su madre se hubiera metido heroína durante y tras su embarazo. Tras una batalla legal, Kurt Cobain y Courtney Love recuperaron la custodia de su hija.
La última vez que Frances vio a su padre fue cuando tenía 18 meses, cuando la llevaron a visitarlo en una clínica de rehabilitación, en abril de 1994. Una semana después, a los 27 años, Cobain se suicidó de un tiro en la cabeza.
"No me gusta demasiado Nirvana. Tenía 15 años cuando me di cuenta de que era imposible escapar de mi padre. Si estaba en un auto con la radio puesta, ahí que sonaba él", dijo la heredera a una fortuna de 450 millones de dólares en una entrevista a la revista Rolling Stone. "Es más grande que la vida misma, y nuestra cultura está obsesionada con los músicos muertos. Los pone sobre un pedestal. Si Kurt hubiese sido un sujeto normal que abandonó a su familia de la forma más horrible posible... pero no lo era. Inspiró a millones de personas y se transformó en San Kurt".
Tras la muerte de su padre, Frances creció principalmente con su madre, Courtney Love, la líder de la banda "Hole." A los 17 años, Frances reveló testificando en un juicio en 2009 contra su madre lo que eso significaba. Una vez acabó el juicio, a Love no se le permitió volver a tener contacto con su hija, directo o indirecto. "Ella vive a base de Xanax (...), azúcar y cigarrillos. A menudo, se queda dormida mientras duerme, y yo estoy siempre preocupada de que esto vaya a provocar un incendio (algo que ha pasado al menos tres veces) que pondrá en peligro nuestras vidas," dijo la adolescente bajo juramento.
"Mi madre está obsesionada con descubrir un posible fraude hacia nosotras y pasa mucho de su día enfadada por eso. Sin parar, ella habla y habla sobre sus teorías con respecto a ese fraude" Frances añadió. También se ha reportado que el perro de la familia murió tras haber consumido un paquete de pastillas de Love. La relación entre madre e hija era tan tensa que Frances no invitó a su propia madre a su boda, y solo se lo comunicó tras la ceremonia.
Sin embargo, madre e hija han aparecido más cercanas en algunos actos públicos en los últimos dos años. Sea lo que sea que han hecho para que la relación mejore, les ha ayudado mucho.
Frances usa el arte, en concreto la pintura, como terapia para aceptar su pasado, porque las cosas que le pasaron no pueden cambiarse. La chica, de 25 años, declaró: "En realidad, si hubiese vivido, hubiese tenido un padre. Y eso habría sido una experiencia increíble".