Un oso pardo en el río McNeil, en Alaska, Estados Unidos, se sienta junto a un grupo de observadores de osos, para ver el río tranquilamente, un ratito.
Los animales son adorables por naturaleza, pero cuando se ponen a hacer cosas que son más típicas del ser humano, cosas que no te imaginas que puedan hacer, enternecen nuestros corazones todavía más. ¿Cuál sería tu primera reacción si mientras estás en un parque descansando en un banco, un desconocido se acerca a ti y se sienta a tu lado?
Lo normal sería que esa situación nos alarmara un poquito. Posiblemente a uno le pasa por la cabeza que su vida está en peligro o que va a destrozar sus cosas, más que simple y relajadamente ponerte a conversar con el nuevo vecino. Drew Hamilton estaba en el santuario animal McNeil River State Game, en 2014. De repente, un gran oso marrón se acercó hasta donde él estaba.
Tal vez les haya pasado a otros visitantes del parque, y probablemente estaban demasiado nerviosos como para lograr filmar el momento, pero Hamilton logró grabar este conmovedor suceso. Fue uno de los pocos visitantes afortunados a los que se les permitió entrar al parque para presenciar la pesca anual de salmón por parte de los osos, que tiene lugar allí entre junio y agosto de cada año.
Según Travel Alaska, el parque está protegido y solo se le permite la entrada a un número limitado de visitantes. Este es el momento más popular entre los visitantes de este santuario, ya que se puede observar la mayor congregación de osos pardos del mundo mientras se reúnen para cazar salmones en las cataratas McNeil que hay dentro del parque.
Hamilton estaba sentado en una silla de acampar ese día en concreto, y tan solo esperaba poder disfrutar y fotografiar la espectacular vista. Entonces ocurrió lo impensable. Obviamente, cuando se visita el parque, se espera que los visitantes se comporten de manera predecible, consistente y natural para evitar asustar a los osos. Esto es lo que Hamilton estaba haciendo mientras estaba sentado en su silla y veía pasar a los osos pardos uno tras otro.
Mientras disfrutaba de la espectacular vista, un oso hizo la cosa más conmovedora que uno pueda imaginarse, algo que nadie hubiera esperado que sucediera y mucho menos lograr captarlo en vídeo.
Un oso pardo se acercó a él, y se sentó a su lado. Se sentó allí un rato, con calma, bostezando y estirándose, todo tranquilo. Era como si pudiera presentir que había confianza entre él y Hamilton. Por suerte, Hamilton no dejó pasar ese momento tan especial. Fue capaz de grabar uno de los vídeos más conmovedores que he visto en mucho tiempo.
A veces, sospechamos de los desconocidos que se acercan a nosotros, aunque sean totalmente inofensivos. Si bien es bueno ser cauteloso sobre con quién se interactúa, a veces los desconocidos que nos crucemos por la vida nos pueden dejar bellos e inolvidables recuerdos.
Puede ser que solo se estén tomando una pausa antes de seguir adelante con sus compromisos. Puede que nos inspiren a sentarnos y tomarnos un minuto para respirar, para tener ideas nuevas, o para convencernos de que vamos a poder con la tarea que tenemos por delante.
¿Aprendiste algo mientras observabas la calma con la que el oso se sienta al lado de Drew? ¿Qué te parece la forma tan calmada de reaccionar de Drew ante un oso que podría haberlo atacado? Dinos lo que piensas, y asegúrate de compartir este encuentro tan inspirador entre hombre y este oso.