Cuando escuchas el nombre de una cierta raza de perros, ¿qué se te viene a la cabeza? ¿Golden Retriever? Perro suave, amigable y de la familia. ¿Pastor alemán? Perro protector policía. ¿Sabueso? Rastreador de aromas.
Hay una cosa que es obligatoria para los sabuesos: rastrear olores. Esto es lo que los convierte en una valiosa herramienta cuando se trata de encontrar a una persona perdida. Pueden atravesar kilómetros y kilómetros en busca de ese aroma.
Su tenacidad y obsesión por los aromas puede convertirlos en unas mascotas difíciles. Pero son esas características las que los convierten en unos de los mejores perros de trabajo. Con naturalidad logran encontrar pistas y personas perdidas. El 15 de septiembre, un sabueso mostró su destreza en la búsqueda de un niño perdido. Solo le tomó 28 minutos hacer el trabajo en el condado Santa Rosa, Florida.
Un niño llamado Aedric tiene autismo. El pequeño de 3 años de edad se alejó de la casa de su abuela mientras esta utilizaba el baño. Había asegurado la puerta del frente con una cerradura de seguridad, pero este pequeño geniecillo logró abrirla y se escapó. Se dirigió hacia el bosque cercano y no regresó.
La madre de Aedric, Audra Hughes, recibió una llamada que le puso toda la piel de gallina. "Tu hijo se perdió. Ven a la casa ya mismo". Esta es una llamada telefónica que ninguna madre quiere recibir. Las fuerzas del orden público llegaron rápidamente y comenzaron a buscar en la zona al chico. No lograban encontrarlo. Hicieron una llamada para pedir refuerzos.
Uno de los perros del departamento de caninos atendió al llamado. "Una vez que el perro tocó el suelo, pasaron 28 minutos para que tuviéramos al niño", según una cita que hizo el Miami Herald del comisario Bob Johnson. Aunque no se compartió el nombre del perro, estuvo presente en la rueda de prensa que se realizó al siguiente día.
La madre de Aedric no se lo podía creer cuando recibió noticias de que habían encontrado al chico. Sin duda era de las mejores noticias que había recibido en toda su vida. Su pequeño estaba de vuelta en casa, donde pertenecía. Tenía unas cuantas picadas de bichos y raspones, pero estaba con buena salud y listo para otra aventura.
Las felicitaciones no tardaron por el veloz trabajo del sabueso, así como también por la diligencia con la cual la policía encontró al chico. Aedric estuvo presente en la rueda de prensa. La policía le dio un animal gigante de peluche que llevaba una franela. Es probable que se convierta en una valiosa posesión. Con suerte, la única cosa que recordará será a un feliz perro saludándolo luego de una aterradora aventura.
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