¿Habéis visto poner a flote un gigantesco barco por primera vez? Es todo un espectáculo

14.10.2020 12:52

No hemos dejado de construir barcos desde la antigüedad. De hecho, el transporte marítimo, tanto de personas como mercancías, es de lo más común, así como los barcos pesqueros o aquellos destinados exclusivamente al ocio.

Pero detrás de importantes obras de ingeniería naval hay un minucioso trabajo, donde ingenieros y técnicos aúnan todos sus conocimientos y esfuerzos para crear veleros, buques, catamaranes, ferrys o pequeñas embarcaciones.

Algunos astilleros disponen de un canal, sobre todo donde se construyen las embarcaciones más grandes. Este se llena o vacía de agua, por lo que, cuando el barco está terminado, el canal se inunda y este se mantiene a flote. Después se retira la barrera que bloquea el canal y el barco es puesto en movimiento para dejar paso a la construcción del siguiente.

Pero no todos los barcos son puestos a flote de la misma forma. Si hay un «ritual» de vital importancia dentro de todo este proceso, ese es el de botar la embarcación, es decir, cuando el barco se «lanza» al agua por primera vez. Existen varios métodos para botar un buque, como hacer que el barco se deslice por la grada sobre la que ha sido construido, entrando en el agua por la popa hasta quedar a flote.

Sin embargo, hoy veremos unas cuantas botaduras laterales, pues son aún más impresionantes, en la que se deja caer el buque lateralmente por la grada hasta el agua. Esta técnica principalmente se usa en lagos y ríos, siendo introducida en el siglo XIX y muy utilizada durante la Segunda Guerra Mundial.

Veamos unos cuantos ejemplos de botaduras laterales que te dejarán sin palabras en el siguiente vídeo:

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