Cuando compramos plátanos en el supermercado nos dejamos llevar por su aspecto. Alejamos nuestras manos de los plátanos muy verdes o que ya están marrones (con manchas). Sin embargo, no debemos rechazar estos últimos, ¡ya que tienen unos sorprendentes beneficios para nuestra salud!
En principio, nuestra intuición nos lleva a elegir el plátano amarillo brillante y sin manchas, pero resulta que esta no es la mejor decisión. En realidad, es mucho mejor seleccionar una pieza muy madura, ya que contiene más nutrientes que los plátanos que se encuentran en fases tempranas de maduración, de tal forma que un plátano maduro es hasta ocho veces más saludable que uno verde.
Por ejemplo, es rico en antioxidantes, ideales para fortalecer el sistema inmunológico. Además, estimulan la producción de glóbulos blancos y pueden retrasar el proceso de envejecimiento. Una dieta rica en alimentos antioxidantes puede incluso prevenir el cáncer.
Este es un claro ejemplo de que las apariencias engañan: los plátanos con más manchas son los mejores para la salud.