Algunas personas creen que los animales son juguetes. De pronto, un día se despiertan con una sensación de vacío y deciden que una mascota va a solucionar sus problemas; o a lo mejor ven la foto de un cachorro y les parece tan adorable que deciden que quieren tener uno, como quien se compra un bonito vestido.
Sin embargo, luego se dan cuenta de que -oh, sorpresa- un animal es una responsabilidad. Y una de las grandes. Da igual de la especie que sea, tu mascota va a depender de ti por el resto de su vida; te necesita para sobrevivir. Y cuando te quieras ir de vacaciones tendrás que contar con ello. Cuando descubras que, por ejemplo, un perro no se educa solo, que, como los niños, hacen travesuras, rompen cosas, hacen ruido y necesitan atención; entonces a lo mejor decides que tu capricho no merecía la pena y aquella mala decisión que tomaste desemboca en una decisión todavía peor: lo abandonas.
En el peor de los casos, si eres alguien despreciable, urdirás un cruel plan para dejarlo morir solo a la intemperie. En el mejor, si solo eres un/a irresponsable, lo llevarás a algún centro de acogida o al refugio municipal para que los voluntarios se encarguen de buscarle la familia que merece.
En este último caso, puede que tu conciencia quede tranquila porque, total, tampoco sufrirá tanto y tendrá compañía. Consuélate así si quieres, pero la realidad es muy diferente. Tu mascota, que te quiere por encima de todo, será bien atendido y encontrará a alguien mejor, eso no va a ser difícil; pero cuando le dejes en manos de desconocidos, rodeado de animales asustados que están pasando el mismo mal trago, no puedes imaginar el miedo tan atroz que estará sufriendo, sin entender nada.
En La Nube de Algodón queremos un mundo mejor y a veces eso nos lleva a tener que enseñaros cosas que no nos gustan en absoluto. Pero es necesario.
Por eso, hoy queremos que veáis el vídeo de un cachorro que fue entregado al refugio municipal por una familia que ya no lo quería. Quizá se quedaron tranquilos, pero tienen que saber que nadie debería pagar por sus malas decisiones.
El animal no sufrió ningún maltrato físico y actualmente se encuentra feliz con una familia que le da todo lo que merece, pero aquí podéis ver lo asustado que estaba mientras vivió en la protectora. Decidme, ¿por qué ningún animal habría de pasar por algo así?