Esta historia es muy emocionante. Lo que pasó una noche en el piso de los Brousseau de Estados Unidos fue un milagro. Sin un perro adoptado de la perrera, llamado Duke, esta historia se convertiría en tragedia...
Esta es Jenna Brousseau con su hijita Harper. Sin su perro Duke, podría ocurrir una tragedia...
Duke fue adoptado por los Brousseau hace 6 años. Desde entonces es su gran amigo y un fiel compañero. Sin embargo esta noche...
Pues aquella noche pasó algo tremendo. Harper estaba durmiendo en su cuna y cerca estaba Duke. De repente el perro se dio cuenta de que la niña respiraba raro para finalmente perder la respiración.
El animal muy inteligente sabía que estaba pasando algo malo y se fue a despertar a los padres de Harper.
Cuando llegaron al dormitorio de Harper, ella ya estaba muy pálida. Los padres sin pensar llamaron una ambulancia.
Por suerte, le salvaron la vida. No cabe duda. Harper vive gracias a Duke.
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