Una familia de Georgia salvó de la muerte a un cachorro de tan sólo 4 meses llamado Xena. El perrito estaba exhausto por falta de atención. De todas formas, eso es sólo el principio de la historia.
Xena estaba al borde de la muerte. Pesaba solamente 2 kilógramos y ni podía levantarse por sí misma. Por suerte, bebía y comía y eso le daba un poquito de fuerza.
Luchaba por su propia vida con ganas y por eso sus nuevos dueños la nombraron “Cachorro luchador” o sea “Warrior Puppy”.
Se convirtió en uno de los miembros de la familia Hickey, y se enamoró locamente de su hijo menor, John.
El hijo de los Hickey, de 8 años, sufre autismo. Era un niño muy cerrado, casi no hablaba y se le veía muy distante.
Entre Xena y John se fundó una relación estrecha. Según los recuerdos de la madre del chico, entre ellos dos al instante se notó una gran amistad.
La madre de John confiesa también que durante los ocho años de vida de su hijo nunca le había visto tan feliz.
Desde que Xena está en casa de los Hickey, John es mucho más abierto y comunicativo. Ahora habla sin parar :)
El perro tiene muy buena influencia en el muchacho cual se desarrolla muchísimo mejor.
En el 2013 una organización ASPCA, que lucha contra la violencia hacia los animales, premió a Xena con el título del mejor perro del año.
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