Una madre en el Reino Unido ganó un caso en la Corte Suprema, lo que le permitió terminar la vida de su hija Nancy, de 12 años de edad, que se encontraba inhabilitada.
Nancy Fitzmaurice nació ciega, también sufría de hidrocefalia, meningitis y septicemia. Las previsiones eran terribles: Nancy se enfrentó a una vida en la que no podeía hablar ni caminar, ni comer, ni beber. Habría sido obligada a pasar su vida en el hospital bajo supervisión constante del personal médico. Esto no es exactamente lo que sueñan unos padres para su hija.
La devota madre de Nancy, Charlotte, dejó su trabajo para dedicar su vida a su hija. A la mamá, Charlotte, se le rompía el corazón cuando su hija estaba gritando de agonía durante los procedimientos médicos.
La madre de Nancy decidió que había sido suficiente lo que su hija había sufrido. Después de 12 años de una dura vida, ella tomó la decisión que no debería tener que tomar ningún padre. Charlotte decidió poner fin a la vida de su hija.
En el tribunal, Charlotte dio lectura a una declaración en la que se disculpaba y rogaba al sistema entender que su hija ya no podía seguir sufriendo.
Y el juez, al ver el amor de Charlotte por Nancy, estuvo de acuerdo. Por primera vez en la historia a un niño se le permitió morir, un niño que podía respirar, que no se encontraba en peligro de muerte y tampoco sufría de una enfermedad incurable.
Nancy murió el 21 de agosto del 2014, cuando los médicos cortaron su suministro de alimentación y líquidos.
Charlotte dijo que ese día ha sido el peor día de su vida. Todos los días extraña a su niña, a pesar de que saber que no tenía otra opción.
Ahora una gran cantidad de activistas y periodistas están tratando de argumentar si Charlotte hizo bien o mal. Pero lo que esta mujer ha hecho es un acto muy fuerte de voluntad, teniendo que privar de la vida a su propia hija.
En este caso, es difícil separar todo en blanco y negro, en bueno y malo. No hay necesidad de juzgar a esta mujer, porque ninguno de nosotros estaba en su lugar. Y pocas personas entienden cómo es cuando su bebé llora constantemente de dolor, y no puede ni comer ni beber. Por un lado este es el espantoso acto de una madre con sangre fría, y por otra parte, me doy cuenta de que ella sólo quería lo mejor para Nancy.
Descansa en paz, querida Nancy...
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