Después que conozcas la historia de esta mujer, te darás cuenta de que frente a las dificultades siempre podemos hacer lo que ella hizo y salir adelante. La buena noticia es que esta mujer nos muestra su fortaleza para brindarle lo mejor a su hija. Es necesario que te tomes unos minutos y logres conocer todo lo que tuvo que hacer para llegar a conseguir lo que es ahora.
Es una madre de 26 años que quedo paralizada tras el parto y cuando una enfermera le murmura algo en el oído la deja destrozada con la noticia. Así que lee hasta el final y conoce esta historia de superación para brindarle el mejor futuro a su hija.
La fortaleza de esta joven es un ejemplo de que no debemos de dejar de luchar por nuestro bien y el de nuestra familia.
La historia de el día de hoy trata de una mujer llamada Holly Gerlach quien tiene 26 años y es de los U.S.A., siempre y en toda circunstancia su sueño fue el transformarse en madre, con lo que el día que llego ese gran privilegio quedo muy feliz y complacida por la vida.
Tuvo un parto sin dificultades y una bella pequeña a quien le puso de nombre Cassey. No obstante sucedió algo que no aguardaba y que la puso a pelear con fuerza, con lo que te vas a quedar sin palabras.
En casa la mujer tras la preciosa experiencia, empezó a presentar un extraño dolor de cuello, aparte asimismo sus piernas comenzarón a fallar, con lo que preocupadísima fue al centro de salud de urgencia, donde ya estando ahí quedó absolutamente paralizada desde su cuello para abajo.
Lo peor sucedió cuando le diagnosticaron con el Síndrome de Guillain‐Barré, la que es una enfermedad autoinmune poquísimo común que afecta los nervios. La situación fue tan grave que la sostuvieron en una máquina para respirar y pasó verdaderas catástrofes.
Cuenta que en una ocasión la enfermera se inclinó y Holly le murmuró al oído: “Me duele muchísimo”. Mas tenía muchas fuerzas y motivación por el propósito de ser madre para no rendirse.
El dolor eran tan intenso que ya no podía desplazar nada, con lo que debían levantarla con una grúa cada mañana para ponerla en una silla de ruedas. Si bien esta mujer tan valiente sí podía charlar difícilmente, con la ayuda de un alfabeto donde asentía cuando sus familiares señalaban ciertas letras.
Su fuerza era por el hecho de que pesar de todo, pasaba algo de tiempo con Cassey. Fue tanta su constancia que poquito a poco comenzó a aprender a respirar por sí misma, poco después, la parálisis de las manos se fue. Tras setenta inacabables días la sacaron de cuidados intensivos.
Su gran objetivo comenzó el día 67 con la fisioterapia, donde poquito a poco comenzó a hacer ejercicio con las piernas. Entonces en el día 87, se puso de pie por vez primera en tres meses. Con lo que prosiguió ejercitando los músculos de los brazos hasta el momento en que fue suficientemente fuerte para tomar en brazos a su bebé, que tenía cuatro meses! Una lucha y ejemplo increíble.
Su motivación estaba al límite con lo que sus piernas asimismo mejoraban poquito a poco. Conque en el día 94 dio sus primeros pasos. Primero con mucha complejidad y la ayuda de los enfermeros. Entonces con la ayuda de un andador Y Por último, tras más de tres meses ingresada, estaba lista para regresar a casa.
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