No, no escogió una canción suya, escogió a Antonio Vega, y aún eligiendo una canción para romperse, para romperte, sólo había sonrisa, la misma sonrisa que hubo durante toda la entrevista. En Eso que tú me dasPau Donés ya era consciente de que le quedaba poco tiempo de vida, exactamente dos semanas fueron. A lo mejor se esperaba ver a un Pau Donés cabreado -yo lo estaría- y, aunque en un momento dado revela que sí, que está enfadado con su cáncer, lo siguiente es una nueva sonrisa y un "es lo que hay", y a seguir. Pau Donés quería vivir. Cuando Jordi Évole le pregunta cuánto más le gustaría vivir, Pau Donés le responde tajante que mucho tiempo, "pero si tuviera que poner un límite pediría vivir hasta los 70 años".
Cuando Jordi Évole le pregunta con qué película se ha reído más, porque la entrevista es de la vida, pero de la vida en sus grandes, pero sobre todo, en sus pequeñas cosas, aquellas de las que cantaba Joan Manuel Serrat, Pau Donés le responde que la película con la que más se ha reído es con El Guateque de Peter Sellers. "¿Y tienes ganas de verla estos días? ¿Tienes ganas de reírte?", le pregunta Évole. "Sí, claro que sí De reír, de llorar. Estoy llorando mucho estos días. De hecho, cuando te llamé, estaba llorando como una magdalena (...) Y eso me encanta, me encanta llorar. Tengo ganas de reír, de llorar y sobre todo, de vivir ahora en este momento". Vivir, la palabra.
Con que facilidad se dice y que poco se valora. "Estamos aquí, hoy es miércoles. Estamos en un sitio estupendo dos amigos. Hablemos de la vida, de las cosas". Que manera más sencilla de arrancar la que probablemente fuera una de las entrevistas más duras a las que se ha tenido que enfrentar Jordi Évole y la que probablemente haya sido una de las entrevistas más duras que se hayan visto en la televisión. Pero una dureza de la que deja buen sabor de boca, ¡qué contradicción! El sabor de boca amargo de quien está diciendo que quiere vivir, pero también sabe que no va a poder ser. Y el sabor dulce de quien quiere contar lo maravillosa que fue su vida, lo que aprendió de ella, lo que querría seguir viviendo y lo en paz que se va a ir, aunque no quiera irse, aunque no quiera asumirlo. Eso es lo increíble de Eso que tú me das, que siendo el último canto de Pau Donés, un canto brutal a la vida, es también una bofetada inmensa con la realidad, la realidad de quien se está muriendo.
LAS "PEQUEÑAS COSAS" DE PAU DONÉS
A Pau Donés no le importa. Claro que le cabrea, claro que le pone de mala hostia, "aunque no tengo razones para estarlo" -increíble-, pero en aquel momento, en ese miércoles junto a Jordi Évole sentado en su casa del Val d'Aran, sólo quería hablar, "hablar con alguien y yo ahora estoy en casa, estoy descansando, acabo de sacar un disco, pero tengo cáncer, me estoy muriendo". "Yo lo que quería es acabar mis días, que no sé cuántos serán, un mes, dos meses, una semana, lo que sea, teniendo una conversación con alguien. Quería intentar dar una imagen nuestra que, a lo mejor, la gente no tiene. Que es la imagen de las personas normales y corrientes (...) Necesitaba poder explicar mis cosas a alguien que sé que me va a poder escuchar y que sabrá cómo plantear una entrevista sin entrar en ese mundo de la frivolidad artística, porque, en el fondo, te la suda". Y así arranca la conversación de dos personas normales y corrientes...
Durante la entrevista se me pasaron muchas cosas por la cabeza, demasiadas, tal vez esa era la intención de Pau Donés, de que reflexionáramos, de que abriéramos los ojos y nos diéramos cuenta que la vida, con lo bueno y con lo malo, es el mayor regalo que se puede tener. Y pensaba en todas las veces que maldigo, me quejo, me enfado con ella. Y pensaba en Jordi Évole, ahí sentado frente a su amigo, haciéndole la que seguramente haya sido una de sus entrevistas más duras. Me ponía en su lugar e imaginaba que yo sería incapaz de hacer una última entrevista a un amigo que sabe y sé que se está muriendo. Pero luego veía a Pau Donés, le escuchaba y me decía a mí misma, qué gran regalo le ha dado a su amigo, qué gran regalo nos ha dado a todos.
Morir o, más bien, saber que te vas a morir no es fácil para nadie, ni para el que se muere ni para los que tiene a su alrededor, pero Pau Donés en Eso que tú me das da la vuelta a la tortilla. Convierte la muerte en una última canción a la vida. Y sonará a tópico topiquísimo, pero es que Eso que tú me das es tan simple y complicado a la vez como es un canto a la vida cuando sabes que te estás yendo.
La generosidad de Pau Donés con Eso que tú me das es indescriptible. Y por eso toda la entrevista está llena de frase que podríamos grabarnos a fuego. Frases como "a los enfermos no pasa nada si se nos ve enfermos". Frases como -y ésta debería ser escuchada por muchos en estos tiempos- "la vida son cuatro días y tres pasaron ya. Hostias, no estemos aquí de mala leche, estemos aquí de buen humor, querámonos". Frases como "cuando la gente tiene miedo a la vida, a las cosas, a moverse, a decidir y a querer y a que le quieran es terrible". Frases como "disfruta de la vida y no tengas miedo".
"¿Qué le dirías a alguien que, recientemente, le han diagnosticado un cáncer como el tuyo?", le pregunta Jordi Évole en un momento de la entrevista. "Nada, que disfrute de la vida, que no se preocupe. Ocúpate, disfruta, diviértete, móntate la vida para lo que te quede, aunque no sepas cuánto es, estés bien, a gusto y lo más feliz que puedas". Y así se le ve a él. Decía en la entrevista que estos días estaba llorando mucho y que le gustaba llorar, pero en toda la entrevista no hay ni una sola lágrima, ni una. Ni cuando habla de su hija, la que le ha enseñado "a amar" y "a demostrarlo". Ni cuando cuenta como al principio de su separación con la madre de su hija, su hija le rechazaba porque pensaba que las había abandonado a las dos. Ni cuando habla de sus abrazos, de cómo le enseñó a saber decir "te quiero", de su año en California disfrutando sólo de ella, de los dos. Vivir, de nuevo.
PAU DONÉS: "NO LE TENGO MIEDO A MORIR"
No, no escogió una canción suya, escogió a Antonio Vega, y aún eligiendo una canción para romperse, para romperte, sólo había sonrisa, la misma sonrisa que hubo durante toda la entrevista. En Eso que tú me dasPau Donés ya era consciente de que le quedaba poco tiempo de vida, exactamente dos semanas fueron. A lo mejor se esperaba ver a un Pau Donés cabreado -yo lo estaría- y, aunque en un momento dado revela que sí, que está enfadado con su cáncer, lo siguiente es una nueva sonrisa y un "es lo que hay", y a seguir. Pau Donés quería vivir. Cuando Jordi Évole le pregunta cuánto más le gustaría vivir, Pau Donés le responde tajante que mucho tiempo, "pero si tuviera que poner un límite pediría vivir hasta los 70 años".
Cuando Jordi Évole le pregunta con qué película se ha reído más, porque la entrevista es de la vida, pero de la vida en sus grandes, pero sobre todo, en sus pequeñas cosas, aquellas de las que cantaba Joan Manuel Serrat, Pau Donés le responde que la película con la que más se ha reído es con El Guateque de Peter Sellers. "¿Y tienes ganas de verla estos días? ¿Tienes ganas de reírte?", le pregunta Évole. "Sí, claro que sí De reír, de llorar. Estoy llorando mucho estos días. De hecho, cuando te llamé, estaba llorando como una magdalena (...) Y eso me encanta, me encanta llorar. Tengo ganas de reír, de llorar y sobre todo, de vivir ahora en este momento". Vivir, la palabra
Con que facilidad se dice y que poco se valora. "Estamos aquí, hoy es miércoles. Estamos en un sitio estupendo dos amigos. Hablemos de la vida, de las cosas". Que manera más sencilla de arrancar la que probablemente fuera una de las entrevistas más duras a las que se ha tenido que enfrentar Jordi Évole y la que probablemente haya sido una de las entrevistas más duras que se hayan visto en la televisión. Pero una dureza de la que deja buen sabor de boca, ¡qué contradicción! El sabor de boca amargo de quien está diciendo que quiere vivir, pero también sabe que no va a poder ser. Y el sabor dulce de quien quiere contar lo maravillosa que fue su vida, lo que aprendió de ella, lo que querría seguir viviendo y lo en paz que se va a ir, aunque no quiera irse, aunque no quiera asumirlo. Eso es lo increíble de Eso que tú me das, que siendo el último canto de Pau Donés, un canto brutal a la vida, es también una bofetada inmensa con la realidad, la realidad de quien se está muriendo.
LAS "PEQUEÑAS COSAS" DE PAU DONÉS
A Pau Donés no le importa. Claro que le cabrea, claro que le pone de mala hostia, "aunque no tengo razones para estarlo" -increíble-, pero en aquel momento, en ese miércoles junto a Jordi Évole sentado en su casa del Val d'Aran, sólo quería hablar, "hablar con alguien y yo ahora estoy en casa, estoy descansando, acabo de sacar un disco, pero tengo cáncer, me estoy muriendo". "Yo lo que quería es acabar mis días, que no sé cuántos serán, un mes, dos meses, una semana, lo que sea, teniendo una conversación con alguien. Quería intentar dar una imagen nuestra que, a lo mejor, la gente no tiene. Que es la imagen de las personas normales y corrientes (...) Necesitaba poder explicar mis cosas a alguien que sé que me va a poder escuchar y que sabrá cómo plantear una entrevista sin entrar en ese mundo de la frivolidad artística, porque, en el fondo, te la suda". Y así arranca la conversación de dos personas normales y corrientes...
Durante la entrevista se me pasaron muchas cosas por la cabeza, demasiadas, tal vez esa era la intención de Pau Donés, de que reflexionáramos, de que abriéramos los ojos y nos diéramos cuenta que la vida, con lo bueno y con lo malo, es el mayor regalo que se puede tener. Y pensaba en todas las veces que maldigo, me quejo, me enfado con ella. Y pensaba en Jordi Évole, ahí sentado frente a su amigo, haciéndole la que seguramente haya sido una de sus entrevistas más duras. Me ponía en su lugar e imaginaba que yo sería incapaz de hacer una última entrevista a un amigo que sabe y sé que se está muriendo. Pero luego veía a Pau Donés, le escuchaba y me decía a mí misma, qué gran regalo le ha dado a su amigo, qué gran regalo nos ha dado a todos.
Morir o, más bien, saber que te vas a morir no es fácil para nadie, ni para el que se muere ni para los que tiene a su alrededor, pero Pau Donés en Eso que tú me das da la vuelta a la tortilla. Convierte la muerte en una última canción a la vida. Y sonará a tópico topiquísimo, pero es que Eso que tú me das es tan simple y complicado a la vez como es un canto a la vida cuando sabes que te estás yendo.
La generosidad de Pau Donés con Eso que tú me das es indescriptible. Y por eso toda la entrevista está llena de frase que podríamos grabarnos a fuego. Frases como "a los enfermos no pasa nada si se nos ve enfermos". Frases como -y ésta debería ser escuchada por muchos en estos tiempos- "la vida son cuatro días y tres pasaron ya. Hostias, no estemos aquí de mala leche, estemos aquí de buen humor, querámonos". Frases como "cuando la gente tiene miedo a la vida, a las cosas, a moverse, a decidir y a querer y a que le quieran es terrible". Frases como "disfruta de la vida y no tengas miedo".
"¿Qué le dirías a alguien que, recientemente, le han diagnosticado un cáncer como el tuyo?", le pregunta Jordi Évole en un momento de la entrevista. "Nada, que disfrute de la vida, que no se preocupe. Ocúpate, disfruta, diviértete, móntate la vida para lo que te quede, aunque no sepas cuánto es, estés bien, a gusto y lo más feliz que puedas". Y así se le ve a él. Decía en la entrevista que estos días estaba llorando mucho y que le gustaba llorar, pero en toda la entrevista no hay ni una sola lágrima, ni una. Ni cuando habla de su hija, la que le ha enseñado "a amar" y "a demostrarlo". Ni cuando cuenta como al principio de su separación con la madre de su hija, su hija le rechazaba porque pensaba que las había abandonado a las dos. Ni cuando habla de sus abrazos, de cómo le enseñó a saber decir "te quiero", de su año en California disfrutando sólo de ella, de los dos. Vivir, de nuevo.
PAU DONÉS: "NO LE TENGO MIEDO A MORIR"
Cuando Jordi Évole le pregunta si tenía una lista con cosas que le quedaban por hacer, Pau Donés le responde que no, que no la tiene. Jordi Évole le insiste preguntando por las "pequeñas cosas" que a lo mejor le quedaron en el tintero. Tampoco. ¿Y con las "pequeñas cosas" que le hacían disfrutar? Esas "pequeñas cosas" que pasan desapercibidas en nuestras vidas y que cuando estás más cerca de perderlas te das cuentas que son la razón de vivir. ¿Cuáles eran la de Pau Donés? "Levantarme, ver a mi hija, preparar la comida, ir al río y luego echar una siesta. Esas son las pequeñas cosas que me hacen feliz. Elijo vivir y no le tengo miedo a morir, porque el miedo mata más que la muerte". Pau Donés quería ir al río a bañarse con su hija y con su sobrino, "aunque el agua de aquí está helada"; miraba cada día la previsión del tiempo para ver cuándo podrían ir. Bañarse en un río, levantarse, echarse una siesta... La vida.
Cuando al final de la entrevista el escenario de Eso que tú me das cambia y ves a Jordi Évole esperando en el valle, en el "paraíso" de Pau Donés, a que el artista llegue te das cuenta de la alegoría que hay en esa imagen, la alegoría he hecho todo lo que he querido hacer, pero quiero seguir haciendo cosas, quiero seguir viviendo. La misma alegoría de la imagen de los dos mirando al infinito. La misma alegoría de verle llegar conduciendo él mismo el coche y escuchar a Jordi Évole decirle "ya te vale". La misma que escucharle cómo quiere que sea su final, sin sufrimiento; cómo quiere que sea su entierro: "No quiero que me entierren. Yo no soy creyente ni católico. El día que me muera, que me incineren, esto sí, para tenerme guardadito en polvo, en unas cenizas. Que me tiren un poquito aquí y un poquito en mi pueblo". El final.
"Yo me lo he pasado muy bien en la vida porque lo que he hecho me ha gustado mucho. Y he intentado gozarlo mucho y creo que lo he conseguido". Y cantó, su mejor adiós para esta lección. "...donde nos llevó la imaginación / donde con los ojos cerrados...". Fin.