Es tan agresivo como en la primera ola, no podemos más

21.01.2021 13:14

La situación epidemiológica en España es cada día más grave y los sanitarios acusan más el desgaste de un año que está siendo muy duro para ellos. Carlos Martín, jefe de Medicina Interna del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, confiesa en el diario 'El Mundo' que en plena tercera ola, los sanitarios están «un poquito más cansados. No físicamente, sino cansados de otra vez lo mismo».

Martín reconoce que están mejor preparados que al comienzo de la pandemia, pero se ven «agotados, desgastados, aburridos y enfadados ¿Para qué tanto esfuerzo si no hay conciencia? Ahora estamos viendo morir a gente que en realidad está muriendo por celebrar la Nochebuena y la Nochevieja. ¿La gente no va a tener cuidado de una santa vez? A mí eso me duele mucho», dice Carlos Martín.

«Estamos en peores condiciones, cansados, agotados o con depresión»

«La principal diferencia en esta tercera ola de Covid es que hemos aprendido en cuanto al tratamiento de los pacientes. En la primera ola estábamos que si corticoides sí o no, antibióticos sí o no...», explica Sergio García Ramos, enfermero y portavoz del sindicato de enfermería Satse en Madrid. «El problema es que ahora el personal estamos en peores condiciones, cansados, agotados o con depresión. La gente no hace más que arrimar el hombro y reconocimiento estamos recibiendo poquito», se lamenta.

Otro profesional como Basilio Sánchez, responsable del servicio de Medicina Intensiva del complejo hospitalario de Cáceres, confiesa que «en la primera oleada no sabíamos el alcance de la enfermedad, no sabíamos hasta dónde podía llegar el número de afectados, no conocíamos el curso evolutivo de la infección ni hasta qué punto iba a afectar como enfermedad a los sanitarios. Tuvimos una avalancha de enfermos que nos llevó a una toma de decisiones que siempre creímos prudentes, pero que se hicieron en condiciones de absoluto desconocimiento para mí que llevo 38 años en cuidados intensivos», relata.

En Extremadura, el Covid está muy expandido, pero la mortalidad es menor

«En la primera ola pensábamos que era cuestión de apretarnos los machos y trabajar al 110%. Duplicábamos turnos, las enfermeras adelantaban la hora de entrada al hospital, los residentes ejercían de adjuntos... Todos nos sumamos al esfuerzo. El mayor conocimiento de la enfermedad nos ha permitido relajarnos en ese sentido, pero estamos cansados, agotados. Los médicos y enfermeras de cuidados intensivos estamos acostumbrados a tratar con pacientes críticos y a estar sometidos a tensión, pero también a ver cada día enfermos distintos, sin la presión y sin el aburrimiento que nos produce tener que tratar solo pacientes con neumonía Covid», prosigue Basilio Sánchez, que también trabaja en el mismo hospital que Carlos Martín.

El Covid está muy expandido en Extremadura (1.142 casos por 100.000 habitantes), pero la mortalidad es menor. Así diferencia Carlos Martín la primera de la tercera ola: «Tuvimos 750 ingresos entre la segunda quincena de marzo, abril y la primera de mayo. La mortalidad fue del 24%, casi uno de cada cuatro. Y ahora ya llevamos 750 ingresados, y la mortalidad es del 16%, nueve puntos menos».

«El virus se ha comportado de manera tremendamente agresiva» 

Para Martín, estos 750 pacientes estarían englobados en la segunda y tercera ola. «Hubo claramente una primera ola en marzo, abril y principios de mayo. Luego bajó enormemente hasta no tener ningún paciente ingresado. Y luego comenzó la segunda ola que no ha cesado. En mi hospital nunca ha habido menos de 30 casos desde septiembre», expone.

Preguntado por la diferencia entre la primera y la tercera ola, Martín explica que «en la primera oleada tuvimos el mismo número de casos que tenemos desde septiembre. Concebido como un tsunami que amenaza con desbordarnos, fue peor la primera ola. En el pico máximo de esta ola, que fue hace tres días, hemos tenido 112 ingresados y en la primera ola llegamos a 225», asegura.

Finalmente, ambos sanitarios consideran que aquello que ha cambiado con respecto a hace un año es la agresividad del virus. «Como la segunda ola fue más floja pensamos que podía venir atenuado. Ahora estamos viendo que no. Hemos tenido hace poco un paciente que ha fallecido al tercer día de estar en la unidad con un fracaso multiorgánico. El virus se ha comportado de manera tremendamente agresiva, igual que en la primera fase», concluye Basilio Sánchez.

Fuente