Encontró a un gatito abandonado y lo crió por meses, pero descubrió que era un puma salvaje

06.04.2020 15:38

En Argentina, una mujer se llevó una gran sorpresa cuando su veterinario le dijo que su mascota no era un gato doméstico. De hecho, le dijeron que acudiera a una reserva natural de la zona, la reserva natural de Horco Molle.

Hace unos dos meses, Florencia Lobo y su hermano estaban viajando por Tucumán, una provincia al noroeste de Argentina. Encontraron dos gatitos junto a su madre, a la orilla de una carretera. Pero la madre estaba muerta, así que los hermanos decidieron llevarse a los cachorritos a casa. Tiempo después, Florencia comentó que ella y su hermano pensaron que la madre era una mascota que acababa de dar a luz y que había sido abandonada.

La gatita hembra terminó muriendo, pero el macho logró sobrevivir, y Florencia le puso el nombre de Tito. El gato se veía muy sano, pero Florencia lo llevó al veterinario para que le hicieran un chequeo. El veterinario se dio cuenta de que Tito no parecía un gato normal, y le recomendó a la mujer que lo llevara a la Reserva Experimental de Flora y Fauna de Horco Molle para que lo examinaran.

El personal de la reserva natural confirmó las sospechas del veterinario. Tito no era ningún gato doméstico; era un pequeño gato salvaje, de una especie que es conocida como onza o yaguarundi (Puma yagouaroundi). Las onzas o yaguarundis pesan entre 3 y 8 kilos, y tienen el tamaño de un gato doméstico grande. Actualmente se extienden desde el norte de México hasta Argentina. Según el departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, en Estados Unidos, el yaguarundi también puede encontrarse al sur de Texas de vez en cuando. Lamentablemente, el yaguarundi es una especie en peligro de extinción.

El personal de la reserva natural de Horco Molle está resguardando a Tito, y esperan liberarlo en su hábitat natural cuando sea más grande.

Por ejemplo, en 2016 una pareja china compró lo que pensaban que era un cachorro de Mastín Tibetano. Dos años después, el supuesto perro ya pesaba 115 kilos, y empezó a caminar sobre sus patas traseras. Los alarmados propietarios terminaron entregándole el animal al Centro de Rescate de la Vida Silvestre de Yunnan, y el personal confirmó que en realidad era un oso negro asiático.

A veces sucede lo contrario, y un animal doméstico es confundido con uno salvaje. Eso fue lo que ocurrió en 2016 con el caso de Spock, un gato de raza Maine Coon. Pesaba 12 kilos, y medía más de un metro de largo. Muchas personas estaban convencidas de que era un gato montés.

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