Encadenada durante 5 años, hasta que se mordió su propia pata para liberarse

08.04.2021 13:16

A menudo nos llegan noticias de lo más tristes y emotivas sobre animales abandonados o que han sufrido maltrato animal y han sido rescatados. Creemos que puede llegar a ser favorable compartir este tipo de noticias para crear conciencia y difundirlas entre todos para ayudar a que este tipo de actos no se repita.

Hoy, la protagonista de nuestra historia se llama Treya. Es la preciosa perra que vemos en las imágenes y que es un gran ejemplo de superación por todo lo que ha tenido que pasar en los últimos años. Tras la muerte de su dueño, nadie se hizo cargo de ella y pasó encadenada ¡nada menos que 5 años! en el patio trasero de su casa en Saint Louis, Missouri (Estados Unidos).

Los vecinos cercanos se acercaban a ella para alimentarla y darle heno para mantenerla caliente durante los meses de frío. Sin embargo, no fue hasta que Treya mordió su pata para intentar liberarse de las cadenas que la apresaban, para que pasados estos 5 largos años, los vecinos finalmente se pusieran en contacto con una organización local de rescate animal llamada Stray Rescue.

Treya no solo tenía su pata gravemente herida sino, que también padecía una preocupante infección en su piel y tenía dirofilariasis canina, una enfermedad parasitaria que afecta a los pulmones y el corazón, por lo que también es conocida como “el gusano del corazón”.

Los voluntarios de la organización han hecho posible que Treya esté recibiendo tratamiento veterinario y se encuentre viviendo con una familia de acogida. Además, está recibiendo apoyo psicológico para superar sus graves heridas emocionales y su dificultad para interactuar con las personas, tras pasar tanto tiempo en soledad.

Ejemplos como este deberían de servirnos para tomar conciencia de estas situaciones y de actuar rápidamente cuando vemos a un animal sufriendo. En lugar de que los animales lleguen a extremos tan radicales como poner en riesgo su propia vida y morderse sus propios miembros, para liberarse de sus cadenas.

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