El rescate de un oso descubre una horrible mafia asiática que tortura animales

20.11.2020 12:30

Los osos encarcelados deberían ser ya una cosa horrible del pasado, pero nunca del presente y menos del futuro. Que todavía veamos imágenes como estas dice mucho de la humanidad. La situación de cualquier animal en cautiverio es terrible, pero si añadimos torturas, es el infierno mismo.

A César, este oso pardo, le pusieron durante años un chaleco de tortura y lo encerraron en una granja que se dedica a la extracción de bilis en China, donde se cree que esta sustancia tiene propiedades medicinales. La vida que este oso llevaba allí era más propia de una película de terror.

El chaleco que le habían puesto facilitaba que pudieran acceder a la vesícula biliar para extraerle la bilis al pobre animal. Afortunadamente, los equipos de rescate llegaron a tiempo de salvarlo de ese horror que supone para los animales de la industria de la bilis en Asia.

La bilis se usa en la medicina tradicional china. Para obtenerla se usa una jaula de metal sujeta siempre al abdomen, con una sonda de látex  para obtener la bilis y una caja para recogerla

Afortunadamente, César fue salvado por la organización Animals Asia, desde donde han afirmado que la situación de este oso era la peor forma de tortura que puede sufrir un animal

Por desgracia, la mayoría de los osos en granjas así no tienen la misma suerte de César y raramente escapan a la tortura que dura hasta que mueren

Al ser rescatado, César está ahora más está sano, parece más feliz y su pelaje brilla más. Las cicatrices han desaparecido y su actitud ha cambiado por completo

César ha estado descansando en los terrenos que tiene la organización, verlos en libertad es todo un espectáculo

Bañarse, correr o tumbarse sobre la hierba son cosas que nunca tendrían que faltarles a ningún oso del mundo

Mientras se sigan haciendo barbaridades como el uso de este chaleco ningún oso estará a salvo

Porque aunque la historia de César tiene final feliz, se estima que hay 10.000 osos que viven en cautividad en China

Por suerte para este bonito ejemplar, la tortura y el cautiverio serán ya solo una pesadilla de la que no acordarse

En cualquier parte del mundo donde haya un animal sufriendo debería haber un humano evitándolo, sobre todo si la causa del mal es el propio hombre

 

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