Viaja es una de las actividades más gratificantes que tiene el ser humano, pues son muchas las experiencias, lugares y las personas que se pueden conocer y experimentar. Pero si hay alguien que lo tiene muy en claro es Kandy quien a sus 83 años solo se dedica a recorrer el mundo.
Kandy nació en el pueblo de Iscar en España, pero a los 22 años se mudó junto a sus padres a San Sebastián y desde muy joven comenzó a recorrer Europa. Ahora se conoce como ‘La abuelita mochilera’, ya que suele viajar solo con su mochila y se aloja en albergues.
“Unos viajes duran solo 15 días, y otros quizás un mes”, explicó Kandy durante una entrevista para Traveler.es. Así mismo asegura que su apodo se lo debe a otros viajeros, cuando la vieron sola.
“A mí me bautizaron los mochileros que encontraba en los hostels cuando veían a una persona mayor llegar con una mochila. Empezaban a decir: ‘Oye, ¿has visto a esa abuela que viaja sola…?’ ‘Bueno -decía otro-, es tan pequeña que parece más bien una abuelita’. Y así llegó el momento en que todos los mochileros me llamaban ‘abuelita mochilera’, y de ahí surgió el apodo”.
Durante su juventud Kandy estudió derecho y hasta montó su propio despacho en Motril. Cuando llegó el momento de jubilarse decidió cambiar su vida y dedicarse a una actividad que realmente la apasionaba.
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“Fue entonces cuando, el sueño de mi vida, que era dar la vuelta al mundo, se hizo realidad. Cambié la toga por una mochila, y yo y ella, y ella y yo, nos dimos la vuelta al mundo en solitario”.
El primer viaje luego de jubilarse duró unos nueve meses, fue tanto lo que marcó su vida que pensó en hacerlo hasta que su salud lo permitiera. “Descubrí que los humanos no solo teníamos pies, también teníamos alas, y te aseguro que, una vez que las despliegas, ya es muy difícil volver a plegarlas”.
Kandy asegura que su país favorito es la India y lo ha visitado 16 veces, ya que pretendía entenderla y comprenderla en su totalidad.
Para ella se trata de toda una aventura cuando viaja sola y mucho más siendo mujer, “Las dificultades, los miedos, los problemas, etcétera, no existen en mi mente, y por lo tanto, tampoco en mi vida. Yo creo siempre que todo va a ir bien, que la gente es buena y que el mundo me está esperando con sus brazos abiertos”.
La abuelita mochilera asegura que no planea dejar de viajar a pesar de su edad, y se inspira en una reflexión de la Madre Teresa de Calcuta, “cuando no pueda trotar, caminaré; cuando no pueda caminar, me ayudaré de un bastón, pero nunca me detendré, porque estoy segura de que más vale cansarse que oxidarse”.