Nuestro amor incondicional por gatos y felinos de todo tipo, es algo más que evidente. Así pues, y como no podía ser de otro modo, hoy hemos venido a mostraros no solo al «gato» más grande que existe, sino a uno de los felinos más impresionantes que hemos visto hasta la fecha. De hecho, Apolo ha sido comparado con el mítico tigre de dientes de sable que, si recordáis, se extinguió aproximadamente hace unos 12 y 10 mil años.
Apolo es en realidad un ligre, es decir, su madre es una tigresa y su padre un león. Este majestuoso animal se ha ganado a pulso el título del felino más grande del mundo. A sus 5 años pesa alrededor de 350 Kg, aunque perfectamente podría alcanzar los 4 metros de longitud y los 500 Kg.
El felino saltaba a la fama hace unos meses, tras la aparición en un vídeo junto a sus cuidadores, Mike Holston y Kody Antle, paseando por Myrtle Beach Safari, en Carolina del Sur, una reserva en la que viven multitud de animales y en la que trabajan por la conservación de la vida salvaje. El vídeo acuña casi 1,1 millones de reproducciones hasta la fecha, que se dice pronto.
Ligres y tigones, especies híbridas criadas en cautividad
Los ligres son distintos de los tigones, cuyos padres son una leona y un tigre, en el sentido de que generalmente crecen más que cualquiera de las especies parentales.
Estos extraños híbridos surgieron por primera vez en la India del siglo XIX y solo se encuentran en cautiverio, ya que los leones y los tigres viven separados en la naturaleza. Se cree que existen menos de 1.000 ejemplares en todo el mundo.
Incluso entre los ligres, Apolo es una rareza. Nacidos en diciembre de 2013, él y sus tres hermanos se convirtieron en los primeros ligres blancos del mundo, debido a que sus padres eran de esta condición. Al principio Apolo era el más pequeño de la camada y «se comportaba más como un gatito doméstico, ronroneando todo el rato y siempre exigiendo caricias», argumentan sus cuidadores.
Un antepasado común
En 2017, un equipo internacional de investigadores realizó un análisis genético y una comparación entre los felinos más grandes del mundo, con el objetivo de descubrir más información acerca de sus orígenes. En su artículo publicado en Science Advances, el equipo describió que su trabajo fue posible tras mapear el genoma del jaguar, mientras iban comparándolo con el de otros grandes felinos, el cual ya se había mapeado anteriormente.
Esto permitió a los investigadores comparar marcadores entre felinos que pertenecen al género Panthera, que, además de los jaguares, también incluye tigres, leones, leopardos de las nieves y leopardos comunes. Además, debido a que se han realizado numerosos trabajos genéticos con el gato doméstico, ellos también fueron incluidos en el estudio.
Los investigadores encontraron más de 13.000 genes similares en todas las especies incluidas en el estudio. También descubrieron que todos estos felinos compartieron un solo antepasado común que vivió hace aproximadamente 4,6 millones de años, y que aparentemente se parecía al leopardo que conocemos hoy en día.
El equipo también descubrió que todas las poblaciones de especies también han disminuido en los últimos 300.000 años, lo que significa una menor diversidad genética.