Mike y Kristin Berry, de Indiana (EE.UU.), aman a los niños, y eso se nota enseguida. La feliz pareja lleva casada diecinueve años y ha adoptado ocho niños durante este tiempo. Como si eso no fuera suficiente, también acogen a niños durante un tiempo limitado. Mike y Kristin incluso han escrito sobre sus experiencias en un libro "The Adoptive Parent Toolbox" (Caja de herramientas para el padre adoptivo).
Por esta misma razón, parece sorprendente que Mike haya escrito un artículo en el que explica por qué su esposa es más importante para él que los niños. Basándose en los cuatro puntos siguientes, argumenta por qué su cónyuge debe tener prioridad sobre sus propios hijos. Una opinión que sin duda dará mucho que hablar:
"1. Un matrimonio saludable es la piedra angular de una familia.
Las piedras angulares de la familia no son los niños. Son parte de los cimientos y son importantes elementos de apoyo, pero no son lo principal que mantiene unido todo el hermoso caos. Tú y tu esposa, tú y tu marido, tú y tu pareja: tienes una responsabilidad, tienes que mostrarle a tu familia el camino. Tus hijos te buscan para que les des orientación y modelos de conducta.
2. Antes de que estuvieran allí, solo estábamos nosotros.
Antes de que llegaran los niños, estábamos solo nosotros dos. Nos enamoramos, nos saltamos clases para estar juntos, nos quedamos despiertos hasta muy tarde para hablar por teléfono (con un viejo teléfono conectado a un cable) y nos juramos fidelidad eterna. Todo comenzó con nosotros. Lo preparamos todo. Luego vinieron nuestros hermosos niños. Estamos agradecidos de que existan y que den tanta alegría a nuestras vidas, pero la conexión con mi esposa es sagrada para mí. Con todas nuestras fuerzas debemos proteger este vínculo sagrado.
3. Cuando se vayan, solo seremos nosotros.
Nada dura para siempre. Nuestros pequeños crecen y terminan por dejar el nido. No sé tú, pero yo no quiero un niño de 30 años en mi casa. Después de salir al gran mundo, cuidarse a sí mismos, formar sus propias familias y convertirse en grandes personas por derecho propio, estaremos solo nosotros dos otra vez. Entonces queremos estar tan sanos y fuertes como cuando empezamos nuestra relación. No queremos separarnos. Para asegurar nuestro futuro juntos, nuestra relación debe tener prioridad.
4. Debemos ser un ejemplo para el futuro.
Como se mencionó en el primer punto, los niños necesitan el apoyo y la orientación de sus padres. Necesitan modelos de conducta: los niños observan cada paso que damos para imitarnos. Nuestro comportamiento les sirve como guía para sus propias vidas. Criamos a gente que un día será adulta. No sé ustedes, pero yo quiero que mis hijos tengan una idea saludable de lo que hace a una buena relación, ya sea que involucre citas, compromiso o matrimonio. Quiero que tomen mi relación como un modelo a seguir. Por eso mi mujer es lo primero y mis hijos, lo segundo. Ellos están en segundo lugar.
Nuestra relación tiene que ser lo primero".
El tema es polémico; de hecho, y mucha gente ha mostrado intensamente su desacuerdo con estas premisas. Pero tal vez haya algo de verdad en lo que dice Mike. Eso lo tiene que decidir cada quien.