Chico que vivía en la calle se gradúa de la escuela: “Lo que más estaba soñando lograr”.

30.11.2022 08:57

Flavio vive dentro de una casa de campaña que arma en una plaza de Chile, pero a pesar de esto nunca desaprovechó su derecho a la educación y terminó su escuela. Sus padres no quisieron ir a verlo en su ceremonia de graduación.

La vida de una persona está llena de distintas etapas que guardan en su memoria. Una de las más largas e importantes es la etapa escolar, especialmente la secundaria. Las personas pasamos alrededor de 20 años en la escuela, puede llegar a ser casi o más de un cuarto de tu vida, por lo que no es de extrañar que muchos buenos recuerdos sean en la escuela. 

La educación es un medio indispensable para poder continuar el sueño de conseguir un título universitario y el camino se vuelve más significativo si hubo un gran esfuerzo o sacrificio de por medio. Este fue el caso de Flavio Barahiona, un joven chileno de 19 años. 

Él recientemente acaba de terminar la escuela preparatoria junto a sus compañeros y asistió a su emotiva ceremonia de graduación para recibir su diploma. Pero a diferencia de sus compañeros, él vivía una situación muy complicada.

Flavio vive en una situación extrema de vulnerabilidad social, ya que no tiene hogar, por lo que se refugia en una carpa que instala en una plaza de San Miguel, en Santiago (Chile).

Cada día que él iba a la escuela, empacaba su casita, se la encargaba a uno de sus amigos de la calle y cuando regresaba la armaba para dormir. Si bien se ha enfrentado a miradas prejuiciosas que le merman su autoestima, él prefiere centrarse en cuidar de sí mismo y protegerse del frío. 

Cuando tiene dinero visita un supermercado para poder comer, y al mismo tiempo aprovecha de usar el baño, y en caso de que esté cerrado va a otro lugar cercano, todo de forma independiente. “Mi mamá es consumidora y producto de eso hubo un problema“, dijo a Teletrece, explicando que le echaron la culpa de un robo, del cual era completamente inocente. 

A pesar de esta dura situación, Flavio asistió al colegio Betania, de la Fundación Súmate del Hogar de Cristo, donde además de recibir su derecho a la educación, encontraba la paz que no tiene en la calle. “Aquí hay una tranquilidad que no tengo que preocuparme del que está atrás me va a hacer algo o que el que está adelante me va a hacer algo”, dijo al canal.

Afortunadamente recibió el completo apoyo y cariño de sus compañeros y de la comunidad escolar. También gracias a su propio esfuerzo pudo llegar al día de su graduación escolar: “Es lo que más me esperaba y lo que más estaba soñando lograr“, dijo a Teletrece

A pesar de este gran logro, su familia no quiso acompañarlo en su ceremonia, por lo que no pudo evitar sentir tristeza: “Triste, estuve llorando antes de que empezara la actividad, todos mis amigos se dieron cuenta y se me tiraron a abrazar rápido, así como para que nadie me vea llorando”, contó al medio, expresando su agradecimiento hacia sus compañeros. 

También su esfuerzo fue reconocido en la ceremonia, ya que recibió el Premio Alumno Betania,el cual se le da a quienes representan los valores de la escuela. Ahora su nuevo desafío es salir de la calle y encontrar un hogar, para después convertirse en contador su mayor sueño.

 

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