Cesárea con amor: el plan de cesárea

19.07.2018 15:38

La cesárea es la manera en que muchos bebés nacerán por distintas razones, eso no significa que debemos renunciar a un trato humanizado, empático, cálido, respetuoso, para nosotras y para nuestros bebés.

Cesárea con amor: el plan de cesárea… No todos los nacimientos culminan en un parto, sea por necesidad o por elección, a veces la cesárea es la forma de nacimiento que muchos bebés tendrán y esto no significa que debemos renunciar a un trato humanizado, empático, cálido, respetuoso, para nosotras y para nuestros bebés. Igual que para un parto, puede escribirse un “plan de cesárea”, que refleje nuestras preferencias y las comunique claramente al personal de salud que nos atenderá. Es importante considerar que si la cesárea es de emergencia es poco probable que se respete al 100% lo solicitado, pero en una cesárea por elección es una gran posibilidad.

Aquí algunas sugerencias que pueden solicitarse y negociarse en un plan de cesárea:

  1. Bajar las luces: esto dentro del quirófano ayudará a crear un ambiente mas íntimo, cómodo y que dé seguridad a mamá, porque definitivamente relaja el ambiente y lo hace más suave para recibir al bebé.
  2. Elegir y escuchar tu música: en lugar de escuchar cualquier charla dentro del quirófano o la música que elijan los médicos, puedes poner la música que hayan elegido para el nacimiento de su bebé, prepararla y escucharla desde antes te puede hacer sentir en calma.
  3. Incluye a tu pareja o a un acompañante: el apoyo y la compañía resultan muy importantes durante el proceso porque esa persona puede ser el enlace entre lo que sucede alrededor y la madre, además de estar físicamente presente tomándote de la mano o acariciando tu pelo, o simplemente estando para ti en silencio o platicando y acompañando el momento.
  4. Lleva a tu doula: algunos médicos y hospitales certificados como “amigos de la madre y el niño” permiten que las doulas acompañen los nacimientos por cesárea, la doula te ayudará a relajarte, quizá pueda guiar alguna meditación o visualización en lo que te preparan para la cirugía, poner la música, tomar las fotos, usar aromaterapia o simplemente ser tu acompañante si lo eliges de esa manera y ser tu voz para recordar a los presentes tus solicitudes y preferencias.
  5. No hay prisa: una intervención de cesárea dura entre 15 y 30 minutos, si se trata de una cesárea programada puedes solicitar que dentro de lo aceptable el proceso sea en calma y no con prisa, sobre todo porque no existe una razón médica que lo justifique, de tal manera que puedas experimentar el nacimiento de tu bebé y el bebé no sea rápidamente desprendido del útero.
  6. Observa el nacimiento: de manera tradicional y como rutina médica, las cesáreas son bloqueadas visualmente de la madre por un campo estéril, quizá para muchas mujeres no sea atractivo mirar la cirugía, pero piensa más allá y considera que verás nacer a tu bebé y que eso es importante y puede ser solo en el instante en que salga tu bebé del útero, la incisión no queda a la vista por la propia postura en que te encuentras, eso te puede hacer sentir más involucrada en el nacimiento y sobre todo ser testigo de sus primeros minutos de vida.
  7. Contacto piel con piel: el contacto inmediato mamá-bebé durante la primera hora siguiente al nacimiento es vital, se le llama la “hora dorada” y es una mejor práctica recomendada en los nacimientos por cesárea pero no siempre sucede. Pídelo a tu médico, de ser posible en cuanto el bebé nace, antes de ser pesado, medido, limpiado, etc., si tu bebé es saludable puede estar en tu regazo o en tu pecho, ese primer contacto permite que su sistema inmunológico se fortalezca, que su piel se empiece a colonizar con tus bacterias y microbios que le son benéficos y familiares, eso le permitirá también regular su temperatura corporal, sus ritmos cardiaco y respiratorio, además de que permitirá el vínculo inmediato entre ambos promoviendo que la oxitocina sea liberada y en consecuencia también la prolactina para facilitar el apego, la lactancia y ayudar a que la involución del útero sea mejor lo mismo que tu recuperación.
  8. Pinzamiento tardío del cordón: pocos médicos lo practican pero igual lo puedes solicitar. Si no se trata de una cesárea de emergencia puede y se sugiere que el pinzamiento del cordón no sea abrupto ni inmediato al nacimiento, al igual que en el parto puede darse el tiempo para que el cordón deje de latir y luego pinzar para finalmente cortar cuando ya no esté pulsando, lo que asegura que la sangre con células madre de la placenta viajen al bebé, lo que dará a tu bebé ventajas de salud significativas.
  9. Alojamiento conjunto: otro protocolo hospitalario suele ser que mamá y bebé sean separados mientras que la madre se recupera de la anestesia, sin embargo; si la cesárea tuvo un buen resultado y no hay una razón médica justificada para separarlos, ello no es necesario. Al contrario, permanecer juntos el mayor tiempo posible iniciando la lactancia y en contacto piel con piel ayudará a la recuperación física y emocional de ambos. Si ello no es posible por cualquier razón, entonces solicita que la separación sea limitada a lo esencial y que tu pareja o acompañante en el nacimiento permanezca a su lado en tanto te recuperas.
  10. Amamanta: iniciar la lactancia dentro de la primera hora siguiente al nacimiento es muy importante para la salud del bebé, además de que el intento contribuye a lograr una lactancia exitosa. Puede que requieras cierto apoyo para acomodarte al bebé, pero al menos puedes intentar, recuerda que al nacimiento el estómago de tu bebé es del tamaño de una cereza entonces requiere apenas unas gotas que serán de calostro, pero que prepararán su sistema digestivo e inmunológico para luego tomar leche materna. Solicita que de ser posible solo te canalicen un brazo para que sin sondas ni agujas tengas el otros disponible y libre para hacerte cargo de tu bebé.
  11. Mantén cerca a papá: existe evidencia que demuestra que si papá está presente en el nacimiento el vínculo con el bebé y la mamá se fortalece de manera potencial, solicitar su apoyo y compañía lo incluye en el proceso del nacimiento también como protagonista.
  12. Solicita silencio: en la sala de quirófano puedes pedir que nadie hable mientras tu bebé nace, de tal manera que lo único que escuche al nacer sea tu voz, o la de su papá o ambas, o música, lo que sea tu preferencia, pero no tiene que haber ruido de fondo que le reste importancia a un momento tan sublime. Igual durante los días que requieras permanecer en el hospital para tu recuperación pide tiempo para estar a solas con tu pareja y tu bebé sin interrupciones. Esto te dará cierta privacidad e intimidad durante los días en el hospital, es difícil relajarse en un ambiente médico, pero no imposible y un poco de tiempo “a solas” puede ser un gran aliado.

Si tienes una cesárea por elección, o por la razón que sea, asegúrate de negociar algunos o todos los puntos anteriores con tu médico y tu pediatra, algunos serán sencillos, otros no tanto, pero no pierdes nada, todo es en favor de tu salud y la de tu bebé. La naturaleza es muy sabia y reconoce los tiempos que requiere el cuerpo de la madre y el cuerpo del bebé al nacimiento, todo está finamente orquestado, respetar lo que se pueda ayuda infinito a una mejor recuperación para ambos, revisa tus opciones y elige que funciona para ti.

Mientras mas abiertamente hablemos de las opciones disponibles tendremos mejores experiencias de nacimiento y las mujeres, todas las mujeres, y todos nuestros bebés, merecemos y necesitamos eso: mejores nacimientos, sean de la manera que tengan que ser y en consecuencia sentirnos felices, empoderadas y satisfechas con nuestras elecciones, sin culpas, sin dudas, sin juicios. No siempre tendremos todo seguro, tampoco nada es absolutamente seguro en un parto vaginal, hay muchas variables, pero las dos maneras de nacer: parto o cesárea merecen suceder con absoluto amor y conciencia.

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