Existe una larga lista de películas que nos hacen llorar pero sin duda la que nos hace hacerlo a moco tendido es la mítica película ¨La Vida es Bella¨, no sólo la historia se clavó en nuestra mente sino que todos sus personajes se quedaron en nuestro corazón, especialmente Giosué.
Giosué fue un pequeño que conquistó millones de corazones en el filme cinematográfico de 1997 que ganó más de 50 premios internacionales, incluidos tres Óscar, entre otros.
Protagonizada por Roberto Begnini, acabó convirtiéndose en todo un símbolo del cine moderno pues relató la experiencia que vivió una familia al ser separada en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
El pequeño jugó un papel muy importante en ésta película, ya que mostró el infierno que vivieron cientos de miles de niños y las injusticias y crueldad que hubo hacia ellos.
Tras la desesperante incertidumbre y el desconocimiento de todo lo que ocurría en esa época, Giosué comienza a entender poco a poco la difícil situación que está atravesando su familia, y pese a su edad, tenemos que reconocer que el pequeño actuar hizo un trabajo excelente.
Pero este no ha sido su único papel pues Giorgio Cantarini regresó a la pantalla grande en el 2000 interpretando al hijo de ¨El Español¨ (Rusell Crowe) en la película ¨Gladiador¨, en ese tiempo el pequeño tenía ocho años de edad y de nueva cuenta logró acaparar a los medios y a los fans, además de tener muy buenas críticas por parte de los cinéfilos pues hizo un gran trabajo frente a las cámaras.
Posiblemente en la actualidad no se recuerde mucho al actor, especialmente porque ya tiene 26 años y radica en Florencia, Italia, Estados Unidos y Los Ángeles. Lleva una vida normal como cualquier otro joven de su edad, le gusta disfrutar de la vida pero especialmente de la actuación, lo cual confiesa es lo que más le apasiona.
Y como el tiempo ha hecho lo suyo aquí te mostramos una galería de lo que es su vida actual:
¿Qué opinas acerca de cómo luce hoy el actor? ¿Te gustó la película de la vida es bella?
Tenemos que reconocer que se ha convertido en un joven muy atractivo.