Para Adriana Illiescu, de 83 años de edad, el tener un hijo no tiene por qué tener una edad «exacta». En 2005 se convirtió en madre al someterse a una fecundación in vitro. «Me siento como si tuviera 27 años», comentó.
Para las personas que de verdad desean un hijo, tenerlo es más que un sueño, es todo un propósito de vida. Es por ello que quienes lo esperan con ansias tiendan a planificar en ciertos momentos de su vida cuándo tenerlos y cuándo no.
A pesar de que exista una total planificación tanto emocional, económica, como de salud para poder tener un hijo, existen edades donde la sociedad tacha como «incorrectos» para gestar una vida.
Esto fue algo que le ocurrió a Adriana Illescu, que hoy tiene 83 años. En 2005 saltó a al ojo público por embarazarse por primera vez a sus 66 años de edad, a pesar de que los médicos han advertido que esta edad es muy peligrosa para gestar, esta no es la primera vez que una persona de la tercera edad se convierte en madre.
El caso de Adriana es considerado con un Récord Guinness de la persona más vieja siendo madre por seguir un tratamiento de fecundación in vitro. De acuerdo al Daily Mail, hoy la hija de Adriana, llamada Eliza Illescu, tiene 17 años y ella soporta las críticas sociales por que su madre es demasiado grande para intentar tener oro bebé.
«El espejo no es amable con las mujeres, pero si estamos hablando de energía, entonces me siento como una mujer joven. Me siento como si tuviera 27 años», comentó la mujer que actualmente tiene 83 años.
Tanto Eliza como Adriana han tenido una vida totalmente normal, solo hay ocasiones donde ocurren situaciones incómodas en la calle donde les hacen malos comentarios. De hecho muchos piensan que ella es abuela de la niña.
«La gente piensa que está siendo graciosa cuando me llama abuela (…) Nunca he sentido mis años», enfatizó.
Adriana regresó a ser el centro de atención en las noticias luego de decir hace algunos días que tenía ganas de otro hijo. De acuerdo a ella es «medicamente posible (…) Estoy bien y saludable y creo que sería posible tener otro hijo en el futuro, pero no tengo prisa en este momento».
La mujer continua siendo la encargada de Eliza a sus 83 años de edad y que espera que ella entre pronto a la universidad. «Estoy tan unida a Eliza (…) No es fácil ser madre a mi edad. Aconsejaría a mi hija que tenga un hijo antes de los 30 años, pero si no lo hace, creo que una mujer debería intentar tener un bebé a cualquier edad», concluye.