Hace algunos meses se conoció el caso de una pareja de abuelos que fue abandonada en un restaurante por uno de sus hijos, luego de que su vivienda fuese desalojada. El hecho que desató indignación en Latinoamérica, se registró en Rosario, Argentina.
Hoy, casi dos meses después del suceso, se conoce una situación similar en el país sudamericano. Una mujer de 84 años, identificada como Emma Grimoldi, asegura que su hija mayor la echó de su vivienda porque “quiere vivir tranquila con su marido”, por lo que la mujer se encuentra durmiendo (y viviendo) en los corredores de un centro médico desde hace 4 años.
El Hospital Paroissien de la localidad de Isidro Casanova, en Buenos Aires, se ha convertido en la casa de la mujer en los últimos años. La anciana llegó allí para cuidar a otra de sus hijas que permanece recluida ante un cuadro de convulsiones e insuficiencia pulmonar.
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“Un día la abuela volvía del hospital y vio que su ropa estaba en bolsas apiladas en la calle. Cuando intentó abrir la puerta con su llave, le habían cambiado la cerradura”, expresó una mujer que ha acompañado a la anciana en el hospital, debido a que un familiar se encuentra recluido allí. De acuerdo al relato de María, como fue identificada la mujer, Emma es la propietaria de la vivienda y tiene todos los documentos que así lo demuestran.
“En una de las charlas me contó lo que le pasó (…) El otro día, de tanto dormir sentada, tenía las piernas como macetas bordó y súper hinchadas. Ella está todo el tiempo nerviosa y enojada con la vida con lo que le sucede”, añadió la mujer. La anciana ya radicó una denuncia ante el Juzgado de Familia N° 8 de Morón, pero no ha obtenido una respuesta sobre su caso.
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Según reseña el diario El Clarín en su edición digital, Grimoldi regresó a su vivienda localizada en la calle Somellera al 900, en Castelar, con el objetivo de regresar a su vivienda y que su hija cambiara de opinión, sin embargo, esto no ocurrió y la mujer le habría negado nuevamente el ingreso al lugar a la anciana.