Ahogo o atragantamiento de un niño... ¡¿Qué hago?! – Mamá Natural

24.08.2018 15:45

Ahogo o atragantamiento de un niño… ¡¿Qué hago?!

Muchos de los accidentes graves y fatales suelen suceder en casa, aún bajo supervisión de un adulto.​

Tratándose de los bebés y niños pequeños no hay como prevenir situaciones de riesgo o de peligro, pero lo cierto es que muchos de los accidentes graves y fatales suelen suceder en casa, aún bajo supervisión de un adulto. Recién viví un gran susto al estar cerca de una madre cuya niña pequeña se estaba asfixiando de la nada… de pronto con un “pedacito” de plástico de esos que son empaque de popotes. Y es que a veces se nos hace fácil darle al niño pequeño cualquier cosa para que se entretenga y perdemos de vista que las mas de las veces se meten “todo” a la boca y ahí hay un gran factor de riesgo de ahogo o atragantamiento.

Los bebés y los niños pequeños son un grupo de riesgo importante.

  • En los lactantes el causante es siempre un objeto que cabe en su boca y que ha quedado a su alcance por descuido (o porque le ha sido dado en mano…). Otra causa frecuente es con una bocanada o intento de vómito, especialmente en los niños con reflujo que se regresa.
  • En los preescolares suele ser por comida, frecuentemente por comer mientras  juegan, se ríen o hablan y menos, pero sucede, por meterse cosas no comestibles a la boca (juguetes, botones, monedas, clips, etc).

Objetos peligrosos: todo tipo de plástico, envolturas, globos, bolsas, frutos secos, galletas y harinas que se apelmacen en la boca y juguetes pequeños.

En esta temporada cuida mucho de no ofrecer a los niños frutos secos, considera que éstos están deshidratados y que con la humedad de la boca pueden multiplicar hasta cinco veces su tamaño y además no se deshacen. Para que puedas visualizarlo, un trozo de fruto seco de 1 ó 2 milímetros puede hincharse hasta un centímetro (suficiente para bloquear un pulmón).

Los globos comunes y simples de colores NO POR FAVOR. Son un enorme peligro para los niños: al jugar con el globo lo aplastan, lo chupan, lo muerden y cuando explota frente a su cara el niño se asusta y aspira con fuerza hacia dentro y eso puede meter un pedazo de globo reventado a la garganta y se da el atragantamiento.

Habla con tu hijo sobre la importancia de no meter cosas en su boca o en su nariz y del peligro que esto representa para su salud y su vida. Lo anterior fue todo prevención, luego qué hacer si está sucediendo:

El atragantamiento puede ser con sólidos o con líquidos.

Si es con líquido: debemos poner al niño boca abajo. El mecanismo de tos se activará para expulsar lo que le atraganta. Pero si está boca arriba o de pie, la gravedad jala de nuevo al líquido hacia la garganta. Mientras que si lo ponemos boca abajo la gravedad ayuda a expulsarlo. Parece muy simple, pero hay niños que se ahogan en sus cunas o sentados: Tómalo, ponlo boca abajo y dale palmaditas en la espalda.

Si es con sólido: intenta extraerlo. Mira la boca. Si ves el objeto que le atraganta y puedes sacarlo, hazlo.

Si no puedes sacarlo, pon boca abajo al niño y dale palmadas en la espalda, luego intenta sacar de nuevo el objeto. Se recomienda dar 5 palmadas y repetir hasta lograr que el objeto sea expulsado.

Si tras las palmadas no sale el objeto, presiona de golpe en el estómago con la intención de que eso empuje el aire de los pulmones hacia fuera intentando que expulse el objeto. Se suele hacer 5 compresiones seguidas del abdomen solo si el niño es mayor de dos años.

Si el niño es menor de dos años, la presión se hace sobre el centro del pecho en lugar de hacerlo sobre el abdomen. Cuando no se puede extraer el objeto las compresiones provocan el vómito y con ello su expulsión manteniendo al niño boca abajo hasta que pare el vómito y la tos. 

Si el atragantamiento se produce en un bebé, lo que debemos hacer es ponerlo boca abajo y sostenerlo con un solo brazo mientras que con la otra mano damos palmadas en la espalda evitando la columna y los pulmones.

Nunca sobra tomar un curso de primeros auxilios básico o si se puede pediátricos y asegurar que lo tomen las personas que nos apoyan a cuidar a nuestros hijos: abuelos, nanas, maestros… 

No descuides a tus hijos, no los pierdas de vista, revisa las cosas que dejas a su alcance y si estás cerca de una situación de emergencia de este tipo ayuda, no estorbes.

Fuente