Cuando hace unos años David adoptó un gatito llamado Scrappie, éste era totalmente negro. David lo eligió ya que era el más feo de todos y temía que nadie lo quisiera.
Cuando Scrappy cumplió 7 años, en su pelaje negro empezaron a salir manchas blancas. El veterinario entró en shock: ¡Scrappy sufre una enfermedad de la piel llamada el vitiligo! Lo raro es que dicha enfermedad le toca a muy poca gente y casi nunca a los gatos.
También se la llama "el síndrome de las manchas blancas" y, por suerte, no influye en la vida del gato. Está sano, es fuerte y a pesar de cumplir 19 años, se ve muy animado. Además, es bellísimo.
Scrappy tiene sus propias cuentas en las redes sociales donde le sigue mucha gente.