En el pasado las personas de piel muy pálida eran consideradas de la nobleza. Al no tener que pasar horas al sol como los granjeros, quedaban protegidos de los rayos del despiadado Lorenzo. Sin embargo, hoy en día la piel pálida no tiene nada que ver con la posición social. De hecho, tener la piel morenita se ha convertido en ideal de belleza.
Sin embargo, para una persona de piel muy blanca es muy difícil conseguir un tono bronceado: si se expone muchas horas al sol, acaba achicharrada. Si no toman el sol, siempre quedarán igual de blancas. Las siguientes situaciones les resultarán muy familiares a las personas de piel blanca como la pared:
1. "Cuando me hago selfies, desaparezco con el flash".
2. "Estoy pensando en mezclar tiza con mi base de maquillaje para conseguir el tono que le va a mi piel".
3. "Una irlandesa tomando el sol. No, digo la mujer que está detrás".
4. "Me encantaría llevar un sombrero grande como este todos los días si no se viera tan raro".
5. Al menos ahorras en medias, ¿no?
6. "La gente me confunde todo el tiempo con un fantasma".
7. "En verano solo tengo dos tonos de piel". Y no, el rojo no se torna bronceado.
9. "Cuando eres tan pálida y ya pareces un muerto, eres casi inmune al filtro de blanco y negro".
10. "Ay, ¿te encuentras bien? Estás muy pálida". "Sí, este es mi color de piel natural".
11. "Cuando eres tan pálida que tu Mac no sabe si eres parte del fondo o no".
12. "Cuando la gente no se cree que así es como se ve mi piel bronceada".
13. "Cuando la gente se asusta de mi vientre blanco".
14. "Cuando te haces un selfie con tu gato, cierras los ojos y de pronto pareces un cadáver".
Las personas con piel pálida no siempre lo tienen fácil: en muchas ocasiones tienen que aguantar los comentarios de los demás. Pero al menos son capaces de reírse y bromear sobre ellos mismos, ¿verdad?