La gente que comparte es más feliz, eso es lo que demuestra un estudio de la Universidad de Lübeck. Todo apunta a que no tener demasiado apego a tus posesiones es un signo de salud emocional. Los que viven con su pareja o una familia numerosa están acostumbrados a compartir por naturaleza, incluso objetos tan personales como el desodorante roll-on o las tijeras para las uñas.
Pero no estaría mal reservar algunas cosas solo para nosotros, no por egoísmo o tacañería, sino por el bien de nuestra salud. Si a menudo tienes que esconder tu cepillo de pelo, los auriculares, etc., para que tu familia o pareja no los usen, la siguiente lista te proporcionará argumentos válidos para no compartir estos objetos con nadie.
1. Jabón de barra
Suena paradójico, pero el jabón de barra es portador de gérmenes, ya que estos pueden acumularse en la superficie húmeda del jabón, especialmente si está en una jabonera sin agujeros por donde se escurra el agua. Cuanta más gente use el jabón, mayor será la carga de gérmenes en este. Se recomienda enjuagarlo para retirar la película bacteriana. Para los hogares con varias personas y para la cocina, se recomienda el uso de jabón líquido. En este caso, sin embargo, es importante limpiar regularmente el cabezal del dispensador de jabón, en el que también se depositan muchos gérmenes debido a los frecuentes toques con la mano.
2. Toalla de manos
Las toallas de manos son un perfecto caldo de cultivo para gérmenes, ya que permanecen mucho tiempo húmedas después de secarnos con ellas. Para no aumentar aún más la carga bacteriana en las toallas, cada uno debe usar la suya. Además, las toallas no deben secarse ni almacenarse en el baño, ya que el aire húmedo y caliente del baño crea un clima óptimo para los microorganismos. Es mejor cambiar todas las toallas de manos dos veces por semana y lavarlas a 60°C o más. Esto te ayudará a evitar enfermedades de la piel como el eccema o las infecciones por hongos.
3. Tijeras y cortaúñas
Las uñas con bordes negros son muy desagradables. Pero la suciedad que está debajo de las uñas es la más peligrosa y no siempre es visible. Las bacterias, los hongos e incluso los virus también acechan bajo las "garras" bien cuidadas; por lo tanto, el set de cuidado personal de las uñas debe ser intocable para los demás, o estar bien desinfectado antes de su uso.
4. Pinzas para depilar
Las pinzas de depilar tampoco deben compartirse, ya que puede ser aún más peligroso que otra persona las use. Hay que tomar en cuenta que estas pinzas no solo se utilizan para dar forma a las cejas, sino también para eliminar los pelos encarnados, por lo que pueden entrar en contacto con la sangre. Por lo tanto, cuando se utilizan las pinzas de otras personas, es mejor desinfectarlas para no correr el riesgo de infección.
5. Esponja de lufa
Las esponjas de lufa son buenas para estimular la circulación y eliminar las escamas de piel muerta. Sin embargo, se secan muy lentamente y, por lo tanto, son un caldo de cultivo para los gérmenes. Así que los médicos aconsejan no usarlas. Los paños de algodón son una alternativa más higiénica, ya que se secan mejor y son más fáciles de limpiar. Pero si no quieres prescindir de las esponjas, es mejor dejarlas secar al aire libre después de usarlas y cambiarlas regularmente. Al igual que con las toallas y los paños, el lema aquí es "¡no compartas!".
6. Cepillos de pelo
Muy pocas personas tienen problemas para compartir su cepillo de pelo. Pero aunque haya menos gérmenes acechando en las cerdas que en las esponjas o las toallas, no debes usar los cepillos de otras personas. Con el tiempo, la caspa se acumula entre las cerdas, lo que puede convertirse en un nido de gérmenes cuando se combina con sebo o residuos de productos para el cabello. Por lo tanto, se recomienda limpiar regularmente el cepillo. Lo mejor es quitar primero el pelo de los huecos y luego enjuagar las cerdas con agua tibia y un poco de champú. Si tienes niños en casa debes tener especial cuidado con los piojos o ácaros.
7. Auriculares
No tienes que ser un médico de otorrinolaringología para saber saber cómo se ve un oído sin limpiar. Así que los auriculares que se colocan sobre la "concha" del oído o se insertan directamente en el canal auditivo no deben compartirse con los demás. Además, los pequeños tapones también se tocan a menudo o reciben gotas de sudor si haces deporte con ellos. Por eso, debes limpiarlos regularmente si quieres evitar una infección. O puedes optar por los modelos algo más gruesos que cubran el oído externo, ya que son más higiénicos.
8. Desodorante roll-on
Las axilas son un verdadero El Dorado para las bacterias. Hay dos razones para esto: en primer lugar, el sudor no puede secarse allí, y en segundo lugar, es cálido, por lo que a la larga terminan acumulándose en la bola giratoria del desodorante. Además, la mayoría de los desodorantes no son antibacterianos. Afeitarse las axilas hace que la piel sea especialmente vulnerable a los "invasores". Por lo tanto, los que quieran compartir su desodorante con los demás deben usar un desodorante en spray.
9. Protector o bálsamo de labios
En los meses de invierno, muy poca gente sale sin un bálsamo de labios para protegerse del aire frío. Pero es mejor no pedir prestado un protector labial, porque el virus del herpes labial, por ejemplo, puede llegar al torrente sanguíneo a través de los diminutos vasos sanguíneos que hay bajo la fina piel de los labios.
10. Cepillo de dientes
El cepillo de dientes es demasiado personal para que la gente lo comparta. Aunque la mayoría de los gérmenes del cepillo son inofensivos, algunos virus también pueden retozar en las cerdas, por ejemplo los patógenos de la gripe o la hepatitis. No por nada los médicos aconsejan cambiar el cepillo de dientes inmediatamente después de una gripe o un resfriado. Las caries y la periodontitis también pueden transmitirse al compartir un cepillo de dientes. Por lo tanto, estrictamente hablando, no debes almacenar los cepillos de dientes uno al lado del otro. También deberías evitar los modelos con cerdas naturales: son un paraíso para los gérmenes.
Ya ves, compartir tus cosas no siempre es conveniente. La próxima vez que tu pareja quiera usar tu cepillo de dientes o tu toalla, muéstrale este artículo.
Aquí aprenderás más sobre los riesgos de salud ocultos en el hogar.
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