¿Cómo es el Terrier Escocés? Carácter y Comportamiento
El Terrier escocés es un perro de compañía robusto, extrovertido, enérgico e inteligente, que a pesar de su pequeño tamaño, es un excelente perro guardián que avisa ansiosamente la presencia de extraños en el hogar, a quienes normalmente se muestra cauteloso.
Este perro disfruta mucho la compañía de sus familiares, con quienes resulta ser muy cariñoso, fiel, tranquilo y juguetón. También toleran muy bien vivir con otras mascotas siempre que se hayan criado con ellos.
Su defecto principal es que tienden a ser perros realmente obstinados, y no suelen ceder ante la voluntad de nadie. Es por esto que necesitan un adiestramiento desde edad muy temprana con carácter firme y cuidadoso.
¿Cómo debe ser el dueño y el entorno de un perro Terrier Escocés?
A los Terrier escocés no les apetece estar mucho tiempo solos, por lo que no son convenientes para personas solas ni que pasan mucho tiempo fuera de casa, el permanecer mucho tiempo aislado desarrolla en ellos conductas destructivas, nerviosas y los vuelve perros muy ladradores.
En cuanto a los niños, no se recomienda al Terrier escocés como mascota para familias con niños pequeños, ya que estos perros no toleran el juego brusco.
No se les considera la mascota ideal para dueños inexpertos, ya que su adiestramiento debe ser muy firme, y de no ser el correcto, estos perros pueden desarrollar conductas indeseadas.
Los Terrier escocés, por su tamaño compacto, se pueden adaptar muy bien a la vida en la ciudad y en apartamentos pequeños, aunque siempre será necesario poder brindarles la atención que requieren para mantener su bienestar físico y mental, eso incluye salidas a pasear al menos una vez al día y un espacio dentro del hogar donde puedan jugar libremente.
¿Cuáles son los cuidados necesarios de un Terrier Escocés?
Es necesario cuidar su alimentación, sobre todo si se le ha alentado a llevar un estilo de vida medianamente sedentario, ya que los Terrier escocés pueden llegar a padecer obesidad, que representa un problema de salud cada vez más común entre los perros.
Su pelaje duro y áspero no requiere cuidados muy especiales, basta con cepillarlo regularmente, unas dos veces por semana, aumentando la frecuencia en las temporadas en que muda de pelo. Es necesario visitar al peluquero solo 2 veces por año para que lo corte, y se recomienda que sea con una persona profesional, ya que el corte característico de Terrier escocés precisa de manos expertas.
Cachorros y Gestación del Terrier Escocés
Cada camada del Terrier escocés suele rondar entre los 4 y 6 cachorros, y el periodo de gestación tiene un promedio de 59 días. Si es un embarazo programado y se conoce la fecha de concepción, el médico veterinario podrá determinar la fecha más posible para el parto.
Para el momento del parto la perra requerirá que se le fabrique o compre un nido para tal fin, al que ella deberá poder entrar y salir fácilmente pero del que los cachorros no puedan escapar.
Una opción es con una caja de cartón del tamaño adecuado para la perra, que debe ser cubierta con toallas o mantas limpias, no se aconseja utilizar nada que se espere volver a usar, ya que el momento del parto suele ser muy sucio.
Principales problemas de Salud del Terrier Escocés
Uno de los problemas de salud más recurrentes en los Terrier escocés son los calambres, que pueden ser causados por exceso o falta de ejercicio. Además, en algunos casos pueden presentar enfermedades hereditarias y congénitas tales como:
Enfermedad de von Willebrand (VWD): es una enfermedad hereditaria que consiste en la insuficiente cantidad del factor del mismo nombre en la sangre, esta es una proteína que ayuda en la coagulación de la sangre, y puede causar hemorragias severas y lesiones en la piel.
Osteopatía craneomandibular (CMO): es una condición hereditaria que aparecen entre los 4 y 8 meses del cachorro, consiste en una mandíbula agrandada que causa dolor, dificultad para abrir y cerrar la boca y para comer.
Enfermedad degenerativa del disco: es una patología que afecta la columna vertebral del perro, donde los discos intervertebrales se ven desgastados causando dificultad para mover las patas traseras y en algunos casos la inmovilidad de las mismas.
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