Tener orgasmos de manera frecuente, mínimo dos a la semana, alarga la vida de quienes lo practican, revela un estudio de la Universidad de Bristol,Inglaterra.

De acuerdo con la investigación publicada en el British Medical Journal, el riesgo de mortalidad puede reducirse en un 50% especialmente en los varones.

“Entre más, mejor…”

La particularidad de este estudio liderado y elaborado por George Davey-Smith y sus colegas de la Universidad, radica en que conforma el vínculo entre tener orgasmos y la expectativa de vida.

Como parte de los resultados, luego de revisar una serie de datos y aplicar pruebas a los participantes entre 1979 y 1983, los investigadores observaron que “la frecuencia de las relaciones fue un predictor significativo de la longevidad”.

Sexo y su efecto protector

Diversos estudios, como el de la Universidad de Duke e institutos Wellness de Cleveland y Kinsey, han reportado resultados similares al de Bristol.  La conclusión se debe al placer que experimentan las personas al tener sexo con su pareja.

Al tener un orgasmo, el torrente sanguíneo se inunda con hormonas como la oxitocina y dehidroepiandrosterona; unos minutos después de la eyaculación, la oxitocina favorece la sensación de pertenencia, lo que reduce también el estrés y favorece el sueño.

Al tener orgasmos con regularidad los investigadores comprobaron que la gente vive más y mejora su calidad de vida, ya que se reducen el riesgo de padecer ataques de corazón y padecer depresión.

Además, tener orgasmos de manera frecuente también incrementa los niveles inmunoglobulina, que combaten enfermedades e infecciones, afirman los especialistas; por lo cual, debido a estos beneficios, se puede prolongar la vida de un hombre.