Una nueva investigación rompe el mito sobre ser madre después de los 30, pues al parecer esto podría traer ventajas tanto para la mujer como al bebé.
Tomar la decisión de ser madre tiene que ver mucho con los objetivos personales y profesionales de cada mujer, en vista del ritmo de vida que ahora tienen las personas, en la última década son muchos los casos donde deciden atrasar el primer embarazo, hasta sentirse la plenitud de estar preparada para todos los cambios que significa traer a un bebé al mundo.
Disminuye el riesgo de enfermedades en la mujer
Un estudio realizado por el National Institute of Health, en Estados Unidos, ha sugerido que la maternidad tardía podría tener grandes ventajas para la salud, ya que previene cualquier tipo de trastorno femenino, tales como la endometriosis, miomas uterinos y ovarios poliquísticos.
Estos frecuentes problemas de salud, se disminuyen de manera efectiva al quedar embarazada, según informan los ginecólogos y endocrinólogos.
Además las mujeres entre 30 y 40 años son capaces de abandonar más fácilmente cualquier hábito que resulte poco saludable durante el embarazo.
Por si fuera poco otro estudio sugiere que los bebés concebidos luego de los 35 años tienen mayor potencial cerebral y los riesgos de pérdida de memoria disminuyen considerablemente.
Durante la investigación de la Sociedad Americana de Geriatría, se encontró que de 830 mujeres, las que tenían hijos luego de los 35 años, los niños tenían mayor memoria durante la vida adulta, que aquellas mujeres que se embarazaron durante los veinte. En conclusión según estos estudios tener hijos entre los 30 y 40 otorga beneficios tanto a la madre como al bebé.
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