Cíntia Bonfante Pereira es una terapeuta del lenguaje brasileña que trabaja con niños con síndrome de Down. En marzo, su novio José Vitor Flach le preparó una sorpresa. Invitó a los alumnos de Cintia a su boda, haciendo que se le salieran las lágrimas.
Sin duda, las bodas son eventos mágicos y llenos de sorpresas. La mayoría de las bodas son muy planificadas por la pareja, pero a veces los familiares y amigos también preparan algunas sorpresas, haciendo que ese día sea todavía más espectacular. La mayoría de las parejas no esperan recibir sorpresas en el día de su boda.
José y Cíntia se casaron hace poco, y la boda fue particularmente especial. Como era de esperarse, sus amigos y familiares no faltaron al evento. Y José hizo hasta lo impensable para demostrarle a su flamante esposa lo mucho que la quería.
Invitó a los estudiantes de ella a la boda, sin que ella lo supiera. Así lo podemos ver en el video de la boda. El corazón de Cíntia se llenó de gratitud y sorpresa: cuando entraron sus pequeños alumnos, se tapó la cara y empezó a llorar de felicidad. Nunca se imaginó que ellos también asistirían a su boda.
Como terapeuta del lenguaje, Cíntia ayuda a los niños con síndrome de Down a mejorar su expresión verbal. Y cuando los niños entraron a la iglesia, parecían un grupo de angelitos, todos muy bien vestidos. Cíntia se emocionó, y se sintió feliz de poder pasar el día de su boda junto a sus alumnos, ya que ellos son una parte muy significativa de su vida.
Esos momentos quedaron congelados en el tiempo, gracias a las imágenes que tomaron los asistentes. ¡Y también grabaron un video! Los recién casados decidieron compartir ese dichoso momento con todo el mundo, y publicaron el video en Internet.
El video empezó a ganar mucha popularidad desde el mismo día en que lo subieron a Internet. La gente se fijó mucho en los niños que se acercaron al altar, vestidos de traje para la ocasión.
Ellos estaban casi tan emocionados como la misma novia. Se notaba que estaban felices por haber sido invitados. Los varones llevaban trajes muy elegantes, y las niñas lucían unos vestidos muy bonitos. Mucha gente dejó comentarios, diciendo que se veían adorables.
Pero algo hizo que la escena fuese más encantadora todavía. Dos niños pequeños entraron en el altar, conduciendo un auto de juguete, como si se tratara de un desfile.
Al parecer, el conductor del auto de juguete realmente creía que estaba en un desfile, porque no dejaba de saludar a todos los invitados cada vez que paraba el coche. A los invitados les encantó la escena, y muchos dijeron que eso fue lo más lindo de la boda.
Pero la diversión y la ternura no terminaron ahí. Los niños empezaron a subir al altar donde estaban los novios con el sacerdote. Se acercaron y le dijeron "¡felicidades!" a su maestra.
Parece que Cíntia es una gran maestra, porque sus alumnos sienten mucho afecto hacia ella. Sin duda, ese cariño es la recompensa por haberles dado tanto amor a esos pequeños. Entonces la cámara enfoca a los novios, quienes hacen una pausa en la boda para hablar con los niños y hacerlos sentir especiales. Fue una linda forma de darles las gracias por haber asistido a la boda.
¿Qué te pareció esta conmovedora historia? Déjanos tu opinión, y comparte este video inspirador con tus amigos y familiares.
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