Los pequeños, que sobrevivieron aferrados al cuerpo inerte de su madre, fueron trasladados al hospital por deshidratación y quemaduras tras varios días a la deriva
El pasado 3 de septiembre, una lancha zarpó desde la ciudad venezolana de Higuerote con destino a la isla de La Tortuga. A bordo viajaban ocho personas: cuatro miembros de la misma familia con cuatro amigos. Ninguno de ellos imaginaba que la excursión terminaría en tragedia.
Según ha relatado una amiga del grupo, la lancha deportiva viajaba en sentido contrario al oleaje y en algún momento "se habría partido en dos", provocando que la nave se hundiera en instantes el mismo día que zarparon. Sin embargo, hasta varios días después no fue reportada su desaparición.
Una de las teorías que se maneja sobre cómo lograron escapar los tripulantes es que los hombres improvisaron balsas para poner a salvo a las mujeres y los niños que iban a bordo mientras ellos intentaban nadar en busca de ayuda. Por ello Mariely Chacón, de 40 años, se quedó a la deriva con sus dos hijos -de dos y seis años- y la niñera, Verónica Martínez, de 24 años.
Durante cinco noches y cuatro días estuvieron bajo el sol, Mariely y sus hijos en una pequeña barca salvavidas y Verónica en una caja de hielo vacía. Mariely bebió su propia orina y amamantó a sus hijos para evitar que se deshidrataran.
Los trabajos de búsqueda dieron con la niñera y los niños, que permanecían abrazados al cuerpo sin vida de su madre. Los tres fueron trasladados a un hospital para curarse de quemaduras y deshidratación. Según una fuente de medicina forense citada por el periódico La República, la madre sufrió un colapso en sus órganos vitales por falta de electrolitos debido a la deshidratación. posiblemente acelerado por el hecho de amamantar a sus hijos durante el naufragio.
Las autoridades continúan realizando las labores de rescate para hallar al resto de los desaparecidos.
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