Aparentemente si tienes que preocuparte cuando tu pareja te dice “No te preocupes amor, vamos puros amigos”. 

Cuando se está celebrando una fiesta, se va de antro, a bailar o en una simple reunión de amigos que implique alcohol, es normal que veamos actitudes fuera de lo normal. Cuando las personas tienen unas copitas encima, pueden sacar a relucir una personalidad fuera de la que muestran diariamente. Si nos ponemos a clasificar a los tipos de borrachos, puede que nuestra lista se alargue demasiado, existen los borrachos tristes, los sinceros, los alocados y de los que queremos hablar el día de hoy: los borrachos cariñosos. 

No es un secreto que cuando los hombres toman alcohol, puede que lleguen a comportarse más cercanos a sus amigos, llegando a establecer una dinámica h0moerótica entre ellos. 

Este tipo de dinámica ha despertado el interés de diversas ramas de investigación y un equipo de expertos realizó un estudio que confirma que aparentemente, los hombres borrachos no bromean cuando coquetean con sus amigos. 

Un estudio publicado en The Journal of Social Psychology tomó como grupo de prueba a 83 hombres heterosexuales dentro de un bar. El experimento consistió en mostrarles imágenes y videos tanto de hombres como mujeres y les preguntaban si les parecía atractivo. En un principio, cuando los hombres estaban sobrios, todos aseguraron que solo las muestras donde aparecían mujeres les parecían atractivas. Sin embargo, todo cambió cuando, después de tomar unas copas, contestaron que consideraban la posibilidad de tener encuentros también con hombres. 

Cuando las personas beben, su comportamiento suele cambiar, se les dificulta hablar, pierden la memoria, tienen una percepción alterada de la realidad, estado de ánimo cambiante y otros signos. Ahí empieza el juego de manos entre amigos, contacto físico con abrazos y palabras de cariño inusuales. A este tipo de comportamientos en hombres se les llama popularmente ‘heterocuriosos’, porque sí, son hombres heterosexuales que se comportan diferente por beber en exceso.

El estudio concluyó que la progesterona, hormona que regula los comportamientos a la hora de relacionarnos socialmente, puede hacer que la bonita amistad entre caballeros se vuelva una atracción real.