La impactante imagen que podemos ver en portada, fue tomada por un equipo de rescate en las aguas de la bahía de Hartley (Canadá). En ella podemos ver a una orca que había quedado atrapada entre las rocas al separarse de su manada cuando nadaban en busca de comida.
La pobre ballena se encontraba varada en las punzantes rocas sin posibilidad alguna de salir por sus propios medios. Cuando sus rescatistas la encontraron, rápidamente se pusieron en marcha para salvarla, ya que esta no hacía otra cosa que gritar de terror y dolor ante tal desconcierto. El tiempo jugaba en su contra, su piel se estaba secando y si pasaba unos minutos más fuera del agua iba a morir.
Por ello, en cuanto los voluntarios llegaron comenzaron a cubrirla con mantas húmedas y la mojaron con agua marina. Esto ayudó a que el animal pudiera calmar su angustia y relajarse poco a poco.
Esta era la única manera que tenían para salvarla, ya que si la hubieran atado para arrastrarla de nuevo hacia el mar, probablemente la hubieran herido. Sin duda, un inagotable trabajo para asegurar que el animal pudiera sobrevivir.
No pasaron ocho horas hasta que la marea subió de nuevo y alcanzó las rocas, ahora sí la orca ya estaba lista para volver dentro del agua. Seguramente de lo más agradecida con este grupo que consiguió salvarle la vida.
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