En la era digital, tomar notas es muy sencillo. Gracias a la tecnología, todas nuestras reuniones, conversaciones e ideas pueden ser grabadas con las más diversas aplicaciones, lo que nos ayuda a documentar y guardar todo lo que necesitemos. Pero las cosas no eran tan fáciles antes de que aparecieran esos inventos. En un pasado no tan lejano, la gente solía tomar notas en tiempo real usando una forma de escritura muy particular, llamada taquigrafía.
Según la Enciclopedia Británica, la taquigrafía fue desarrollada por el historiador griego Xenofonte. Sin embargo, no fue hasta la época del Imperio Romano que este sistema de escritura se popularizó como forma de tomar apuntes rápidamente, mientras la gente hablaba. El sistema de taquigrafía latina se utilizó durante más de mil años, pero durante la Edad Media terminó desapareciendo casi por completo.
Tras una larga pausa, la taquigrafía volvió a ganar popularidad durante la Era Victoriana. También se utilizó durante la época de la Reforma para anotar las traducciones de la Biblia con más rapidez. Eventualmente, la taquigrafía moderna se desarrolló gracias a la demanda de taquígrafos durante la Revolución Industrial.
En 1837, Sir Isaac Pitman desarrolló una versión moderna de la taquigrafía, y su hermano llevó el sistema a los Estados Unidos en 1852. El estilo Pitman fue ampliamente utilizado en Gran Bretaña, pero en los Estados Unidos fue reemplazado por el estilo de John Robert Gregg. Originalmente conocida como Light-Line Phonography (1888), más tarde se conoció simplemente como taquigrafía Gregg, o "Mano Corta Gregg" (Gregg Shorthand).
El término "mano larga" (long hand) se refería a los largos trazos que son utilizados para escribir las palabras comunes. En cambio, la taquigrafía se diseñó para reducir las letras a sus formas más simples, lo que facilitó y agilizó el proceso de documentar y tomar notas. Como la taquigrafía no tiene casi ningún parecido con las palabras originales que representa, es fácil confundirla con algún texto antiguo. Se usan diversos puntos y bucles para acortar el método habitual de escribir vocales y consonantes. Algunas personas piensan que se parece más al árabe que al español.
Dominando la taquigrafía Gregg, se podían escribir 280 palabras. Esta práctica no está completamente obsoleta, ya que todavía se utiliza para tomar notas en los campos del derecho, la medicina o la secretaría.
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