A medida que los bebés van creciendo y descubriendo el mundo, nosotros, los adultos que les acompañamos en el camino, nos vamos sorprendiendo cada día más. La evolución de los niños es algo natural, pero desde nuestra perspectiva, el tiempo pasa muy rápido y esta evolución nos cautiva y llama la atención.
Dentro de ese proceso de aprendizaje podemos encontrar cientos de anécdotas que los pequeños humanos dejan a su paso. Algún que otro susto, varias trastadas… Y muchas risas. Si tenemos la suerte de ver crecer a nuestro pequeño al lado de una mascota como un perro, las escenas bonitas y divertidas están más que aseguradas.
Está demostrado que los perros ayudan en el desarrollo de los pequeños. Son unos animales protectores por naturaleza, fieles, transmiten valores sociales y, sobre todo, mucho amor. Tanto es así, que algunos incluso procuran evitar que los niños pequeños se metan en problemas.
Si no que se lo digan a este amigo peludo, que al ver que su pequeño humano estaba jugando con unos cajones, decidió tomar cartas en el asunto. Si pudiera hablar, seguro que se le escucharía decir: “¡Eso no se toca!“. Pero a esto perro no le hacen falta palabras, él sólo se vale para ayudar a su pequeño amigo, y nosotros morimos de amor al verlo.
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