El tenista y su mujer, Xisca Perelló, están disfrutando del verano balear a bordo del Great White, el espectacular yate que el tenista compró hace un par de veranos y que la revista 'Robb Report' considera el mejor del mundo
Rafa Nadal (35) ha renunciado a participar en Wimbeldon y en los Juegos Olímpicos de Tokio.Y mientras ambas competiciones se celebran o están a punto de comenzar, el español está en Mallorca con su mujer, Xisca Perelló, disfrutando de uno de los planes favoritos de la pareja .El tenista y su esposa han sido vistos navegando las aguas de la isla balear a bordo del Great White, el flamante yate del deportista mallorquín. En la popa de la embarcación, la pareja disfrutó de su momento más íntimo manteniendo una aparentemente interesante conversación, mientras tomaban al sol.
Los tortolitos vivieron su momento de amor, pero también lo intercambiaron con alguno de diversión, ya que, además, la agencia Gtres pudo captar cómo Xisca se divertía con una moto de agua que parecía manejar a la perfección, mientras observaba cómo su chico disfrutaba con varios amigos que se sumaron a la agradable aventura. Parece que el tenista ha decidido tomarse un verano de relax y absoluta tranquilidad al renunciar a Tokio y al torneo. Después de un año de mucho esfuerzo y trabajo, todo apunta a que a Rafa no le apetece nada más que recuperarse y desconectar dedicando la totalidad de su tiempo a disfrutar de sus hobbies con sus amigos y sobre todo con Xisca.
Recientemente nombrado el mejor yate del mundo por la revista especializada Robb Report, el catamarán de Rafa Nadal, valorado en 5,5 millones de euros, promete convertirse en el escenario de prácticamente todas las estampas de verano protagonizadas por el tenista y su familia. Con 24'4 metros de eslora, la velocidad de crucero del barco es de 16 nudos, pudiendo doblarla en momentos pico. Salón, comedor para al menos 12 personas, tres cabinas para invitados con baño privado, una suite presidencial, terrazas y todo tipo de comodidades son solo algunas de las cosas que enamoraron al de Manacor. En total son 370 metros cuadrados que el deportista ha podido personalizar a su gusto.
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