El perro salvó a su nuevo amigo el pájaro

La historia de cómo se conocieron este par de animales es de lo más dulce. Todo comenzó un día cualquiera en una pequeña de ciudad de Islandia. Gunnar Kr Sigurjónsson estaba trabajando en la oficina de su casa cuando escuchó lloriquear a su perro, Diamond. Este andaba muy inquieto. Gunnar no le dio demasiada importancia hasta que el animal se acercó a él y le hizo señas cómo si quisiera decirle algo. Gunnar salió del despacho y su perro le llevó hasta el balcón.

Cuál fue la sorpresa del hombre al encontrarse un pajarillo tendido en el suelo. Gunnar pensó que estaba muerto y lo metió dentro de una cestita. Fue en ese momento cuando empezó a parpadear. Entonces, el hombre lo llevo dentro de su casa y le puso alpiste y agua para que se recuperara.

Mientras tanto, Diamond no se movió ni un instante del lado del pajarito y se mantuvo cerca de él hasta que pasó una hora y se encontraba mucho mejor. Gracias a la llamada de atención de Diamond a su dueño, se consiguió salvar la vida de ese pobre pájaro que estaba al borde de morir agotado.

Fuerte conexión

Lo más normal es que los pájaros se asusten de los animales más grandes que ellos o que los perros intenten jugar con ellos y estos huyan para defenderse. Pero el caso de Bibi, como apodaron al pájaro, y Diamond fue muy diferente. Cuando el pequeño se recuperó y pudo volver a volar, no quería separarse de su salvador con el que pronto cogería confianza. Así podemos verlo en este vídeo que el propio Gunnar colgó en su cuenta de Facebook.

Un bonito ejemplo de cómo puede surgir una inesperada amistad entre dos animales muy diferentes. Y es que la amistad no entiende de especies ni razas. ¡Cuánto tenemos que aprender de nuestros amigos los animales!