Los abusos se producían en los vestuarios del estudio donde se cambiaban las niñas
La Policía Nacional ha detenido Pablo J. A., de 50 años, un fotógrafo de moda infantil, acusado de abusar de al menos 11 niñas a las que retrataba con la ilusión de triunfar como modelos y a las que ofrecía álbum de fotos gratis. Su arresto se produjo antes del verano tras las denuncias presentadas por casi una docena de padres. El pederasta tenía un estudio ilegal en Usera (Madrid) por el que han pasado decenas de menores en los últimos años a las que captaba por redes sociales y a las que ofrecía la posibilidad de ser modelos ya que conocía a empresas de ropa de marca, según ha adelantado el programa Buenos Días de Telemadrid.
El pasado mes de marzo el fotógrafo entró en el vestidor cuando dos niñas estaban desnudas cambiándose de ropa. Les pidió que se sentarán en una silla cambiándose de ropa y abusó de una de ellas. Una de las niñas se lo contó a su madre que envió un mensaje a Pablo para preguntarle que había hecho. La madre acabó denunciándole en comisaría.
A partir de ese instante llegaron nuevas denuncias contra el mismo fotógrafo desde distintos municipios de Madrid como Leganés, San Lorenzo de El Escorial, Velilla de San Antonio, El Boalo, Getafe, Parla y Colmenar Viejo. La Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM) empezó a investigar el caso. La Policía Nacional inició una investigación y al saber que era seguido se entregó en comisaría. El juez ordenó su ingreso en prisión provisional aunque ya se encuentra en libertad.
El arrestado desarrollaba la actividad de fotografía de manera ilícita en un local sin apenas condiciones para ese trabajo ubicado en el madrileño distrito de Usera. Engañaba a las chicas para que se acercaron al lugar con publicidad en redes sociales en los que anunciaba sesiones fotográficas, plasmadas luego en books gratis.
Una vez llegaban al estudio con la aspiración de ser modelos o 'influencers', el ahora arrestado convencía a las chicas a que posaron con poca ropa o ropa íntima y cuando se cambiaban acudía a los vestuarios haciéndose el despistado o comentándoles que "había confianza suficiente". Las fotos más íntimas no se las enviaba a sus padres, por lo que temen que pueda haberlas colgado o pasado a redes de pedófilas.
Los padres han contado también a los agentes que el fotógrafo insistía en que las menores se cambiaran solas y sin padres. Reiteraba que tenía que hacerlas fotos en bañador y que se quitasen la ropa interior. Además, les preguntaba si han tenido sexo, si las han tocado, se han masturbado o les ha bajado la regla. Llegó incluso a proponer a algunas un proyecto de cámara oculta para ver cómo se comportaban en el vestuario.
El fotógrafo se ganaba aun más la confianza de las niñas a las que invitaba junto a sus padres al Parque de Atracciones.
Uno de los casos denunciados data de hace 8 años, por lo que supuestamente podría llevar cometiendo todo este tiempo abusos sexuales a menores. El caso relatado anteriormente de marzo fue el que finalmente dio pie a su detención. El juicio está en fase de instrucción en el Juzgado número 39 de Madrid.
El juez decidió mandarlo a prisión provisional, pero tras un recurso de su abogado alegando que no existía riesgo de fuga ni destrucción de pruebas, el apresado ha salido en libertad pero con cargos y a la espera de juicio, han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
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