Carmen Marín es la presidenta de la protectora de animales “Parque Animal” con sede en Torremolinos, de Málaga (España). Fue acusada de acabar con la vida de 2200 animales. En su defensa, negó todo tipo de relación con la denuncia alegando que es una fiel defensora de los animales y que le tiene pánico a las agujas.
Argumentó también que la cifra era desorbitada, y que ascendía a pocos más de 200, siendo estos casos necesarios e inevitables.
La Guardia Civil se personó en las instalaciones encontrándose a cientos de perros muertos.
La mujer aplicaba por su propia cuenta inyecciones eutanásicas en pequeñas cantidades a los animales para ahorrar dinero, sin previa sedación, y por vía intramuscular, sin importarle los sufrimientos y agonías de los animales. Mientras el empleado le ayudaba a sujetarlos.Informan en notasdemascotas
Uno de sus empleados, que también fue acusado, negó todos los hechos. Pero fue el testimonio de uno de los veterinarios quien preocupado por la gran cantidad de animales asesinados decidió grabar lo ocurrido para fundamentar así las acusaciones.
Añadía que a los animales se les practicaba la eutanasia con menos cantidades de la necesaria por motivos meramente económicos, haciendo que sufrieran una muerte lenta y dolorosa, e incluso ponían música para enmascarar los aullidos de estos.
La Audiencia de Málaga ha confirmado finalmente la condena de tres años y nueve meses de prisión para la presidenta por delitos continuados de maltrato a animal doméstico y de falsedad en documento oficial y delito de intrusismo profesional.
Este no es el primer caso en el que se denuncia a una protectora por sacrificar animales de forma descontrolada. Hace más de un año conocíamos la noticia de que una asociación de personas sin ánimo de lucro denunciaba a la prestigiosa protectora PETA de acabar con la vida de 1200 gatos y perros en su sede de Virginia (Estados Unidos)
La protectora se defendió argumentando que estos animales sufren otros destinos peores que la eutanasia, como enfermedades terminales y dolorosas y no siempre hay posibilidades de adopción. También excusó el gran número de casos debido a que la protectora acoge a animales de otras protectoras.
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