Son muchas las asociaciones que se vuelcan para intentar ayudar a animales salvajes que se encuentran en una mala situación, así como a investigar y aprender más acerca de sus particularidades, características y hábitos. Un buen ejemplo de ello es la tortuga Colomera, un quelonio al que hemos podido seguir la pista a lo largo de su viaje de más de 1000 km desde España hasta Grecia.
El largo viaje de la tortuga Colomera
Colomera es el nombre de una tortuga muy particular, la cual fue recogida por la Fundación Azul Marino y la Fundación Oceanogràfic debido a que se encontraba en malas condiciones de salud.
Éstas se debían a que, por error, había sido capturada hasta en dos ocasiones por pescadores que utilizan el sistema de pesca de arrastre, de manera que ya era una vieja conocida de estas asociaciones.
Los pescadores llamaron rápidamente al 112 para comunicar a las autoridades la situación, de manera que en ambos casos, Colomera pudo ser recuperada y tratada para que pudiese de nuevo volver a su vida natural.
Después de tratar sus dolencias, fue soltada de nuevo en el mar, comenzando de esta manera una nueva aventura de la cual hemos sido testigos gracias al sistema de seguimiento por satélite que se le había incorporado.
Se trata de una tortuga hembra que se caracteriza por ser la de mayores dimensiones y peso de todos los ejemplares que han pasado por manos de ARCA.
Con el objetivo de aprender más acerca de los hábitos de esta tortuga y de mantener un control en relación con su estado de salud, se le implantó un dispositivo a través del cual se puede seguir su posición en todo momento y en tiempo real a través de satélite.
Un seguimiento por satélite para conocer su posición
Se trata de un sistema avanzado con el que se puede seguir cada paso que da la tortuga a lo largo de todos los recorridos que realice.
Esto permite conocer su ubicación, así como ir controlando su estado de salud.
De esta manera, si en alguna ocasión vuelve a ser capturada, se podrá conocer todo su historial así como los centros por los que ha pasado para su recuperación.
Esto ha permitido realizar un seguimiento estrecho en relación con el recorrido que ha realizado desde España hasta Grecia, lo cual supone más de 1000 km a nado, atravesando todo el área donde habitualmente se produce la anidación de las tortugas marinas, el cual no sólo le permite coincidir con ejemplares de su misma especie, sino que además también le ofrece todo el alimento que necesita para su sostenimiento.
Para hacer este recorrido, la tortuga Colomera necesitó un total de 22 días, y se ha podido obtener información bastante interesante como es la velocidad media que ha utilizado, que es de unos 2,2 km/h, así como la profundidad a la que se solía mover.
Generalmente viajaba por debajo de los 100 m de profundidad, aunque en determinados momentos llegaba incluso a alcanzar los 270 m, una inmersión bastante considerable para una tortuga como es el caso de Colomera de la que esperamos saber más en los próximos años.
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